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El alcalde de Ferrol expulsa a los preferentistas del pleno

Todos los grupos de la oposición han decidido abandonar sus bancadas en señal de protesta

El Gobierno local de Ferrol ha ordenado el desalojo del pleno de un grupo de preferentistas
El Gobierno local de Ferrol ha ordenado el desalojo del pleno de un grupo de preferentistas kiko delgado (EFE)

Por primera vez, el Gobierno de Ferrol recurrió a la fuerza y ordenó el desalojo de los preferentistas que protestaban en el pleno. También por primera vez, se limitó el acceso al salón a un máximo de 84 personas aduciendo razones “de seguridad” que justifican con un informe a la carta encargado a la Policía local que fija un máximo de 6 vecinos por bancada (14). No fue suficiente. La tensión social que acumula una ciudad con mucho paro (32%) y poco trabajo en perspectiva se desbordó por los resquicios: menos público, mismo jaleo.

A la media hora de arrancar un pleno que se preveía larguísimo, con 37 puntos y 11 mociones a debatir, el alcalde de Ferrol ordenó a los agentes que echasen de la sala a unos pocos afectados por las participaciones preferentes de las Rías Altas (Apres). Los llamó al orden varias veces pero no logró acallar sus gritos de 'corruptos, cobardes o narcotraficantes'. Reclamaban sus ahorros íntegros y abrumaron a los ediles populares con descalificaciones mientras un sector del público, simpatizantes del PP, coparon parte del salón para jalear a los suyos. Los preferentistas se plantaron en el suelo y salieron prácticamente en volandas en los brazos de una docena de agentes locales. El desalojo enfadó a la oposición (PSOE, BNG e IU) que abandonó sus bancadas en señal de protesta. Rey Varela se quedó solo con los 12 ediles de su grupo y el apoyo del único concejal de Independientes por Ferrol. A partir de ahí, el pleno fue un paseo que no duró ni 25 minutos.

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En la sala también había trabajadores de Megasa, una potente siderúrgica que amenaza con cerrar por un decreto energético que les perjudica, y funcionarios locales (policías y bomberos críticos con sus nuevas condiciones laborales) que se marcharon con los preferentistas.

En abril y mayo, con el consistorio abarrotado de operarios de naval, vecinos sin casa o funcionarios contra los recortes, el alcalde ferrolano tuvo que posponer los plenos. En el último, un policía municipal se desgarró la mano con un cristal conteniendo al público que trataba de entrar. José Manuel Rey Varela anunció que se tomarían medidas para limitar el acceso y encargó un informe técnico que recomienda limitar el aforo a 84 personas, identificarlos en el acceso por una puerta lateral y requisarles cualquier herramienta que pueda suponer un peligro potencial, como los palos que sujetan las pancartas. Unas 20 personas, de las 114 familias que esperan por un piso municipal en Recimil, desviaron unos metros su protesta hasta la puerta de la sede del PP en Ferrol para exigir al alcalde que los reciba para que les explique porque aún no tienen la casa de alquiler que solicitaron en diciembre del 2010.

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