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Las cifras del PP no cuadran

Algunos expertos cuestionan los datos que manejan los populares con su campaña ‘Derecho a saber’ para explicar el déficit fiscal de Cataluña

Àngels Piñol
Alicia Sánchez-Camacho, líder del PP.
Alicia Sánchez-Camacho, líder del PP.Albert garcia

El Partido Popular ha decidido no realizar una campaña contra la consulta soberanista por considerarla ilegal y en su lugar ha optado por otra de cariz económico, denominada Derecho a saber, que persigue desmontar con datos el mensaje de que “España nos roba” difundido por sectores nacionalistas e independentistas.

La campaña, que se realiza básicamente en la Red e incluirá microactos de los dirigentes populares, aspira a combatir, en palabras de la líder del PP, Alicia Sánchez-Camacho, el “pensamiento único” que intenta imponer el Gobierno de Artur Mas y Esquerra al defender la existencia de un déficit fiscal de entre 11.258 y 16.543 millones en 2010. Sin embargo, expertos como Núria Bosch, catedrática de Economía Pública de la Universidad de Barcelona, o Xavier Sala-Martín, catedrático de la Universidad de Columbia, y de forma más moderada Antoni Zabalza, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, cuestionan el rigor de las cifras y el sesgo del análisis.

La campaña del PP se basa en tres entradas. La primera, titulada España nos roba, cuestiona el déficit fiscal al incluir en ese apartado el superávit comercial entre Cataluña y el resto de España, que fue de 24.198 millones de euros, esto es, la resta entre los 49.131 millones en ventas y los 25.963 en compras. El segundo apartado, La realidad en cifras, sostiene que no sería solvente una eventual Seguridad Social catalana porque en 2012 registró un déficit de 3.770 millones de euros y fue la segunda la comunidad más deficitaria tras Andalucía. Y, el tercero, que se titula ¿Quién ahoga a Cataluña?, calcula el coste de la deuda en 2012 en 8.800 millones al sumar 6.123 en amortizaciones y 1.743 en intereses cuando los expertos apuntan a que el “coste” se debería ceñir a este último concepto.

La campaña aspira a combatir, en palabras de Alicia Sánchez-Camacho, el “pensamiento único” que intenta imponer Artur Mas y Esquerra

El pulso soberanista se traslada también a las cifras y el conflicto nace en el cálculo del déficit fiscal realizado por el consejero Andreu Mas-Colell, que oscila entre los 11.258 y los 16.543 millones. Según el informe de la Generalitat, el Estado recaudó en ese ejercicio en Cataluña 50.093 millones e invirtió 49.319, por lo que la resta son 774. A esa diferencia, la Generalitat añade otros 10.484 millones en concepto del dinero que deberían aportar los catalanes para hacer frente a la deuda contraída por el Estado y se llega así a los 11.258 millones. Se trata de una conclusión radicalmente errónea, según denunció Antoni Zabalza en un artículo en EL PAÍS (4 junio de 2013).

El PP le da una vuelta de tuerca. La campaña muestra un mapa con dos flechas: una desde Cataluña al resto de España con las dos cifras de déficit fiscal (750 y 16.500) entre interrogantes; y otra en sentido inverso con los 24.200 de la balanza comercial. Sin dar por mala incluso la cifra de los 16.543 millones dice: “En el peor de los casos la balanza comercial de las empresas catalanas con el resto del Estado, con un superávit de 24.198 millones, compensa sobradamente el hipotético déficit fiscal”.

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La campaña usa la balanza comercial para negar que exista déficit fiscal

“Son conceptos diferentes que no se pueden mezclar. Una cosa son las compraventas y otra los impuestos que pagamos y lo que devuelve el Estado”, sostiene Zabalza. Bosch, que fue asesora del exconsejero Antoni Castells y ahora miembro del Consejo de Transición Nacional, abunda: “Son flujos diferentes y no se compensan”. Para ilustrar su teoría cita un ejemplo de Sala-Martín, que ha lanzado críticas furibundas a la campaña del PP. Un atracador entra en una tienda y se lleva 50 euros y luego vuelve y compra unos pantalones. La vendedora recupera el dinero, pero se queda sin la prenda. “Si un español compra en Ámsterdam, ¿tendría sentido pedir a Holanda que compense esa compra? La balanza comercial no afecta para nada a la fiscal”, agrega Sala-Martín.

Los tres catedráticos coinciden en que el balance de la Seguridad Social no se puede circunscribir al ejercicio de 2012 y que es lógico que se haya retraído por culpa de la crisis. “Es natural el déficit en épocas de crisis y que pase lo contrario en épocas de expansión”, afirma Zabalza. Bosch agrega: “Cataluña tiene déficit, igual que el resto de España, pero es mucho más autosuficiente”. Bosch, que dictará la conferencia El siglo XXI: La apoteosis del expolio, en el simposio Cataluña contra España, sostiene que ese análisis solo se puede hacer evaluando un periodo mayor. Entre 1995 y 2010, Cataluña obtuvo un superávit de 24.774 millones de euros frente al déficit de 61.568 millones de España (la cifra se elevaría a 86.332 en una hipotética España sin Cataluña). Entre 2009 y 2010, las cifras sitúan el déficit catalán en 3.394 millones frente a los 51.642 de España (48.328 sin Cataluña).

Los catedráticos coinciden en que el balance de la Seguridad Social no se puede circunscribir al ejercicio de 2012 y que es lógico que se haya retraído por  la crisis

Tampoco hay consenso en el apartado de quién ahoga a Cataluña. El PP aporta tres cifras: la deuda de la Generalitat en 2010: 79.500 millones hasta el año 2008; la deuda financiera en 2012 de 50.500 millones; y el coste de la deuda en ese ejercicio de 8.800 millones al sumar la amortización y los intereses. Enric Millo, portavoz del PP, contrapone en un artículo: “No nos inventamos nada. La campaña es un contrapunto a visiones sesgadas y sectarias y para rebatir las presuntas maravillas de la independencia”.

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