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TEATRO

Atraco y obra perfectos

La obra dirigida por Nao Albert y Marcel Borràs es un espléndida reflexión sobre el hecho teatral

El atraco a un banco visto por delante (desde el mostrador) y por detrás (el interior de las oficinas y de la caja fuerte). Nao Albet y Marcel Borràs podían haberse quedado con ese juego doble y ahora mismo servidora estaría ensalzando su gran trabajo de creación por cómo encajan todas las piezas, lo ingenioso de la fórmula, la crítica de los abusos bancarios, el ritmo de las escenas, la interpretación del conjunto… Un atraco perfecto, vamos. Pero resulta que estos jóvenes, a pesar de los recortes que el montaje ha sufrido con el cierre de la sala Tallers y la reubicación de los últimos T6, han ido mucho más allá. Y es que Atraco, paliza y muerte en Agbanäspaches ese atraco perfecto por delante y por detrás y es, a partir de nuevos niveles de complejidad que lo envuelven por fuera y lo analizan por dentro, toda una reflexión sobre el hecho teatral, su función y validez, sobre el papel que desempeña cada elemento que lo configura, desde el autor al público, es, en fin, un auténtico manifiesto en el que resuenan teorías de Brecht y Brook en tono gamberro. Y es, además, un estupendo colofón triple con sorpresa final, pues con esta propuesta el TNC liquida el proyecto T6, cierra la temporada y su director, Sergi Belbel, se despide a lo grande de dicho teatro como director artístico. Menuda traca le montan Albet y Borràs, y qué bien funciona.

No me parece oportuno contarles lo que llega a pasar sobre el escenario, pero sí quiero insistir en el talento, la imaginación y la valentía de sus artífices a la hora de urdir tramas y ensamblarlas; en la madurez de su mirada panorámica; en la eficacia de los recursos de los que se sirven; en su dominio del lenguaje cinematográfico en escena; en su humor omnipresente. Juegan con otros lenguajes, recrean documentales, cantan y bailan, hablan en alemán. En algún momento de este colosal artificio parece que se pierden, pero finalmente todo casa. Hay guiños a programas televisivos, escenas que nos remiten al cine de Tarantino, playbacks con las voces de Gene Hackman o Eric Bana, y, ya en el apoteósico epílogo, un estupendo baile colectivo. Pero la cosa no acaba aquí, sino con el malo hecho trizas en brazos de la soprano Alina Furman al son de O mio babbino caro de Puccini. Qué riqueza. Las proyecciones, la ambientación, la energía, el resto de los intérpretes. Todo y todos merecen ser resaltados y, en especial, Gil Brebelés por ese malo tan bueno.

Atraco, paliza y muerte en Agbanäspach

ATRACO, PALIZA Y MUERTE EN AGBANÄSPACH. Autoría y dirección: Nao Albet y Marcel Borràs. Teatre Nacional de Catalunya, sala Petita. Barcelona, 19 de junio.

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