La crisis radicaliza la actitud de los vascos hacia los inmigrantes

La crisis ha radicalizado las actitudes de los vascos hacia los inmigrantes. Es la conclusión a la que llega el informe Ikuspegi 2012 que han presentado esta mañana el director de las Políticas Familiares y Desarrollo Comunitario del Gobierno vasco, José Luis Madrazo, vicerrector del campus de la Universidad del País Vasco en Bizkaia, Carmelo Garitaonandia, y el director del Observatorio Vasco de Inmigración, Gorka Moreno. Aunque desde las instituciones se recalca que la actitud de los vascos hacia los inmigrantes ha pasado "del notable alto a notable" y aseguran que no hay de qué preocuparse, lo cierto es que se han detectado ciertas posturas y opiniones que pueden causar cierta intranquilidad entre la comunidad inmigrante. 

El desempleo y el coste de vida siguen siendo las máximas preocupaciones para los vascos, aunque son precisamente estas dos variantes las que han impulsado el cambio este cambio de actitud entre los vascos. A consecuencia de la coyuntura económica actual y la percepción de que no hay trabajo "para nadie", ha aumentado la opinión negativa y los prejuicios hacia los inmigrantes. No obstante, han recalcado que en Euskadi el inmigrante se ve "más como víctima o sufridora de la crisis que el detonante" de la crisis, por lo que no se ha convertido en el "chivo expiatorio" como ha sucedido en otros países como Grecia o Reino Unido.

A pesar de ello, el observatorio detecta un importante incremento en la cuantía de personas que opinan que se debería expulsar a todas las personas inmigrantes en situación irregular. En los últimos cuatro años, se ha duplicado este dato, ya que se ha pasado de no superar el 10 % al 21,3 %, según el último informe. Además, se subraya un más que evidente descenso en cuanto a la idea de que los inmigrantes deben de tener derecho a asistencia jurídica, sanitaria y educativa. En 2011, por ejemplo, siete de cada diez opinaban que todas las personas extranjeras deberían tener acceso a todos estos derechos. mientras que en el último informe detecta que ha bajado más de dos puntos en cuanto a la asistencia sanitaria y educativa se refiere, y hasta cinco puntos en lo que al apartado jurídico se refiere. Asimismo, se constata que la sociedad vasca opina que el acceso a estos derechos debe estar vinculada a la regularidad administrativa. 

A todo ello se le suma que casi seis de cada diez vascos creen que los inmigrantes se benefician excesivamente del sistema de protección social y que pagan menos impuestos de los que luego reciben para el 44 %.