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Mas corta de raíz los ataques a Duran para evitar la ruptura de CiU

El presidente catalán solicita al democristiano que se “ciña al guion pactado” y asegura que debe serguir como secretario

Miquel Noguer
Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida.
Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida.

Las disputas entre Unió y Convergència a cuenta del proceso soberanista son ya parte ineludible del paisaje político catalán. Pero hacía mucho tiempo que sus cuadros no hablaban abiertamente de dimisiones o de ruptura de la federación CiU, algo que sí ha ocurrido esta semana con dirigentes de Unió sugiriendo públicamente a Josep Antoni Duran que abandone la secretaría general en protesta por los ataques de Convergència contra su tibieza soberanista. La tensión ha llegado a tal punto que Artur Mas tuvo que tomar ayer cartas en el asunto. El objetivo era evitar la ruptura y no dar más argumentos al electorado soberanista para que se pase a Esquerra Republicana.

Mas llamó a Duran para dejarle claro que aún ve recorrido al matrimonio político más fructífero de la historia de la democracia en Cataluña. Pero también le hizo una petición muy clara: que deje de desmarcarse sistemáticamente, ni siquiera a nivel formal, de la agenda soberanista pactada entre CiU y ERC. Según Mas, las discrepancias entre Unió y Convergència son más “formales” que de “fondo”, y lo que urge ahora es frenar la espiral de enfrentamiento entre dirigentes de CiU. Porque cree que esa disputa lo único que hace es sembrar dudas sobre el proceso soberanista.

Unió reivindica su derecho a discrepar del soberanismo de Esquerra

La petición de Mas a Duran llega después de que este se haya desmarcado de esa vía independentista en aspectos de fondo, como su calendario: el líder democristiano, que siempre ha sido contrario a ponerle fecha a la eventual consulta, cree que el plazo pactado con ERC (2014) debería ampliarse por la actual situación económica. También ha asegurado que hasta ahora el proceso soberanista no se ha traducido en nada, lo que viene a cuestionar todos los movimientos políticos que CiU y ERC han hecho en el Parlamento catalán.

Todo ello no ha hecho más que afianzar la imagen de un Duran enemigo del proceso soberanista. Él mismo se ha quejado públicamente de los insultos que recibe habitualmente en las redes sociales por este hecho. El pasado domingo, el secretario general de Unió, Josep Maria Pelegrí, llegó a decir que el líder del partido había recibido “amenazas”.

Mas intentó frenar ayer lo que calificó de “serial”. Además de hablar con Duran, para pedirle que se “ajuste al guion establecido” y de dejar claro que la consulta debe celebrarse en el calendario previsto, el presidente catalán llamó también a otros tres dirigentes que en los últimos días se han enfrentado públicamente por el mismo asunto: el secretario de Organización de CDC, Josep Rull; el vicesecretario general de Coordinación Institucional de CDC, Lluís Maria Corominas, y el secretario general de Unió, Josep Maria Pelegrí.

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La patronal Fomento se suma al Pacto por el Derecho a Decidir

La paz interna no será fácil de conseguir. Las hostilidades entre Convergència y Unió son constantes, con la figura de Duran siempre en el centro del escenario. Las bases de CDC, así como buena parte de sus dirigentes, consideran que ha llegado el momento de, si no romper la federación, sí dejar claro como mínimo que Unió es el socio minoritario y que no puede imponer políticas ni ritmos. Respecto a Duran, muchos dirigentes consideran que no debería volver a encabezar las listas de CiU en el Congreso de los Diputados, y están convencidos de que, de celebrarse hoy un congreso conjunto de la federación, no saldría reelegido secretario general.

Unió recibe estas críticas recordando que el último pinchazo electoral de Artur Mas se debió a que los sectores moderados del partido se refugiaron en la abstención y que la actual vía soberanista no hará más que acentuar esta tendencia. Por esto reivindican el discurso “moderado” de Duran como un activo.

Pero los silencios y las dudas expresadas por el líder democristiano acerca de su futuro mantienen en vilo a Unió, que no ha conocido otro líder los últimos 25 años. El veterano político ha reconocido por primera vez que no sabe si repetirá como candidato de CiU al Congreso, y en círculos más discretos se muestra fatigado y abierto a pasar a un segundo plano, especialmente desde que ha perdido capacidad de influencia sobre el Gobierno central. Eso sí, Duran puede presumir de que CiU volvería a ganar hoy unas elecciones generales en Cataluña, algo que no ocurriría en el caso de unas autonómicas, según la encuesta de la Generalitat publicada ayer.

Con todo, tanto Unió como Convergència descartan la ruptura inmediata. Al menos mientras no se celebre la consulta. Precisamente, la Generalitat dio ayer un nuevo paso para publicitar su plan al dar a conocer el nombre de las 35 entidades que acompañarán a CiU, ERC e ICV en el llamado Pacto Nacional por el Derecho a Decidir. Entre ellas están todas las patronales, incluida Fomento del Trabajo, el referente de la CEOE en Cataluña. También estarán UGT y Comisiones Obreras.

 

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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