El equipo que sigue a Fabra se salva del ERE en Canal 9
Dos de los nueve cámaras que quedarán atienden al presidente, denuncia el PSPV
“Ni una mala palabra ni una buena acción”. Con este lema resumió ayer Josep Moreno, diputado socialista en las Cortes Valencianas, la actuación de la nueva directora general de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), Rosa Vidal. Moreno criticó que la nueva empresa autonómica de radiotelevisión tenga ya, apenas dos meses después de su puesta en marcha, 3,5 millones de euros en pérdidas, que Vidal no haya acudido a las Cortes a explicar el contrato-programa y que haya reeditado “los vicios de Jaraba”, en alusión al que fuera director general en la anterior etapa.
Moreno incidió en el perfil del nuevo equipo directivo, cuyos méritos identificó con los intereses del PP en “la manipulación, el control político y la vulneración del principio de pluralidad”. Repasó el organigrama y se detuvo en casos como el de Javier Martínez Salcedo, nombrado jefe de prevención de riesgos laborales y de quien recordó que “fue el que, según los correos investigados, pasaba pornografía a Vicente Sanz”, exsecretario general que está siendo juzgado por abusos sexuales sobre tres trabajadoras de RTVV. También se refirió a Benjamín Iñiguez, responsable de compras, por su implicación en la adjudicación a la trama Gürtel con motivo de la visita del Papa.
El hecho de que Xavier Carrau haya sido nombrado jefe de los programas de debate fue también criticado por el diputado socialista, que mostró a los periodistas un vídeo en el que aparece, como conductor de un acto durante la visita de Benedicto XVII a Valencia en 2006, en el que se ensalzaba “el matrimonio para siempre” y se hablaba de “enamorarse y casarse en el Señor”.
“Tengo yo más seguidores en Twitter que él audiencia”, comentó Moreno sobre Carrau. El diputado socialista explicó que el sábado pasado la televisión valenciana “batió su récord de audiencia a la baja”, con un 2,5% de cuota de pantalla y numerosos programas que no superaron el cero.
Con todo, el parlamentario, que es miembro de la comisión de control de RTVV, llamó la atención sobre dos aspectos. El primero de ellos se refiere a un nivel del nuevo organigrama que puede pasar inadvertido y que alude a un “equipo institucional”. Moreno explicó que se trata de cinco personas (un redactor, un presentador, un productor y dos operadores de cámara) cuya misión es “cubrir solo y exclusivamente” las actividades del presidente de la Generalitat. “Tienen la potestad exclusiva para confeccionar informaciones sobre las actuaciones, manifestaciones o incidencias relacionados con Fabra”, dijo el diputado, que denunció que, en un contexto en que el expediente de regulación de empleo (ERE) afecta al 70% de la plantilla y al 90% de los técnicos, el equipo que sigue al presidente tenga un 0% de recorte.
Aunque el diputado no lo mencionó, el equipo institucional no se ha inventado ahora y fue, por ejemplo, objeto de polémica cuando Eduardo Zaplana dejó el cargo y se preparó Francisco Camps para sucederle en la presidencia del Consell. Llegó a superar entonces los 15 componentes. Moreno calculó en unos 165.000 euros el coste salarial del equipo actual, cuyos componentes perciben un complemento, anunció que preguntará por su funcionamiento y su coste y se declaró perplejo ante el hecho de que, una vez culminen los despidos del ERE, solo quedarán nueve operadores de cámara en Canal 9 y dos de ellos serán los de “séquito de Fabra”.
Moreno alerta sobre la situación del archivo audiovisual de RTVV
La situación del departamento de documentación de RTVV fue el segundo aspecto que destacó Moreno. El diputado explicó que los despidos han llevado a que quede a cargo solo de seis personas, a que solo funcione por la mañanas y no esté operativo los fines de semana. “Esto puede acabar con uno de los patrimonios intangibles más importantes que tenemos los valencianos, nuestra memoria audiovisual, todo lo que ha pasado en las últimas décadas en esta tierra”, comentó el diputado socialista, que aludió a las dificultades de análisis y catalogación del material y a la imposibilidad de digitalizar una ingente cantidad de material anterior a 2007 que está grabado en cintas.
Moreno anunció que pedirá la intervención de la Consejería de Cultura y recordó que ya el Consell Valencià de Cultura ha advertido del problema. Tras hacer responsable al vicepresidente de la Generalitat, José Ciscar, de quien depende formalmente el asunto, reclamó que “se asegure el mantenimiento del patrimonio audiovisual”.
