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EMPRESAS MUNICIPALES

El plan que salva la EMVS aparca su labor de rehabilitación de viviendas

La empresa venderá la mitad de sus viviendas y casi todo su suelo para sobrevivir PSM e IU votan en contra, y UPyD se abstiene

Uno de los bloques de alquiler vendidos por la EMVS.
Uno de los bloques de alquiler vendidos por la EMVS.LUIS SEVILLANO

El plan de viabilidad aprobado ayer por la Empresa Municipal de la Vivienda (EMVS) asegura su supervivencia, y como tal debe interpretarse como un éxito del Ayuntamiento que dirige Ana Botella (PP), que ha tenido que devanarse los sesos para salvar una sociedad económicamente inviable por la descomunal deuda derivada de la compra de suelos durante la burbuja inmobiliaria y por la decisión del Gobierno (PP) de obligar a las sociedades municipales a ser rentables por encima de su fin social.

Sin embargo, el plan adelgazará al máximo la labor de la EMVS, que además de vender gran parte de su patrimonio en los próximos cinco años (para demostrar al Gobierno que es posible, ha enajenado en las últimas semanas pisos y parcelas por 185 millones), deberá limitarse a gestionar un menguante parque de viviendas de alquiler, dado que tiene prohibido construir pisos y su actividad en materia de rehabilitación “está paralizada”. Tal y como adelantó EL PAÍS, el plan de viabilidad tiene dos pilares fundamentales, con los que reducirá a la mitad su deuda financiera (630 millones).

El primero es la venta este mismo mes a inversores de la quinta parte de su parque de viviendas. Se desprenderá de 1.860 pisos de alquiler social, que le reportarán de 112 a 140 millones. Para 2018 planea haber colocado todos sus pisos protegidos en venta (2.450), pero antes tendrá que terminar de construirlos, para lo que necesita 69 millones de euros. Como no los tiene ni puede pedírselos a los bancos, ha negociado con el Ministerio de Hacienda para incluir ese dinero en el próximo plan de pago a proveedores que anunciará en breve el Gobierno.

PSM e IU, en contra

  • Jaime Lissavetzky (PSM):  "Botella hace caja vendiendo pisos sociales y perjudica a los madrileños. No quiere hacer vivienda social y se olvida de los que esperan un piso. Le invitamos a buscar viviendas de los bancos que pueden usarse para pisos sociales".
  • Ángel Pérez (IU): "La deuda de la EMVS se debe a la gestión política, no es culpa de los trabajadores. Garantizar el empleo es prioritario. La venta de activos no puede hacerse contra los derechos de los inquilinos, debe negociarse". IU votó en contra por la pérdida de empleo que supone el plan.
  • El plan de viabilidad de la EMVS se aprobó ayer sólo con los votos del PP. UPyD decidió abstenerse, según explicó su concejal Mariano Palacios, "por responsabilidad, ante la falta material de tiempo para su estudio". "Políticamente, lo más criticable no es el plan sino lo que nos ha llevado hasta aquí: la irresponsable gestión del PP. Ahora se debe salvaguardar la empresa, ya que cumple, o debería cumplir, una función social", añadió.

Una vez concluida la venta de ese patrimonio, la función de la EMVS será gestionar los 4.300 pisos de alquiler social que queden. El otro pilar del plan de viabilidad es la cesión al Ayuntamiento de 20 parcelas con una hipoteca pendiente de 234 millones. Ocho de esos terrenos los compró la EMVS en el momento álgido de la burbuja inmobiliaria por 247 millones; ahora valen 77 millones, pese a que sólo ellos suman una hipoteca de 195. El propio plan admite que “la venta de suelo es prácticamente inexistente”, y por ello se opta por traspasar al Ayuntamiento esas parcelas como solución de emergencia. Pese a todo, la EMVS planea enajenar antes de 2018 más del 70% de su cartera de suelo, que suma 1.428.315 metros cuadrados. Acaba de vender cuatro parcelas en Arroyo del Fresno por 71 millones de euros.

Todas estas ventas evitarán, además de la liquidación de la empresa, un expediente de regulación de empleo que manejaba el Ayuntamiento y que habría afectado al 90% de empleados. Finalmente, se eliminarán 46 puestos temporales, bajando la plantilla de 338 a 292 trabajadores; otros 26 podrían pasar a la empresa municipal Madrid Movilidad.

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Sin embargo, el plan de adelgazamiento aparca otra función mollar de la EMVS, a la que no renuncia en el futuro pero que ahora está “paralizada”. “La inexistencia de un plan autonómico hace que sea difícil acometer la actividad en materia de rehabilitación, unido a que el convenio que regulaba esas actuaciones entre el Ayuntamiento y la EMVS finalizó el 12 de diciembre”, explica el plan. De las cuatro áreas en marcha hasta el año pasado —Lavapiés, Tetuán, Pez-Luna y Ciudad de los Ángeles—, sólo queda esa última; también han concluido los contratos para el barrio del Aeropuerto y las zonas de rehabilitación integral de Loreto, Ciudad Pegaso y Batán. Fuentes de la EMVS recuerdan sin embargo que hay otros programas en marcha por valor de 14 millones, además de las ayudas ligadas a la Inspección Técnica de Edificaciones.

Además, el plan de viabilidad prevé “ajustar al máximo” el presupuesto para mantener y reparar sus pisos de alquiler.

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