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La Unesco exige que se deseche el proyecto del dragado del Guadalquivir

El organismo alerta del daño que sufriría el parque de Doñana

Manuel Planelles
El río Guadalquivir a su paso por Coria.
El río Guadalquivir a su paso por Coria. JULIÁN ROJAS

La Unesco ha instado a la Administración española a que no permita el polémico dragado de profundización en el bajo Guadalquivir que quiere acometer el puerto de Sevilla, empeñado en que lleguen barcos de más calado hasta la capital andaluza. Así se ha acordado en la reunión que el Comité de Patrimonio Mundial está celebrando en Camboya durante este mes de junio.

En esta asamblea se ha aprobado un dictamen, difundido este miércoles por WWF, en el que se analizan las amenazas que sufre Doñana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. Entre esas amenazas está la ampliación del calado del Guadalquivir, a la que ya se ha opuesto el Consejo de Participación de Doñana por sus afecciones al espacio natural. Este órgano de participación hizo suyas las conclusiones de una comisión científica que recomendó desechar el proyecto por el impacto negativo que se podría generar. La Unesco, en la resolución difundida este miércoles, también asume esas conclusiones. Pide que no se acometa la profundización. Y reclama que los dragados de mantenimiento que la Autoridad Portuaria de Sevilla realiza periódicamente en el río se hagan con criterios ecológicos, “en la línea de las recomendaciones de la comisión científica”.

Pese a que en el dictamen se reconocen los “esfuerzos” por parte de las Administraciones españolas por reducir las amenazas sobre Doñana, también se apunta a los proyectos que podrían poner en riesgo este espacio. El primero que se cita en el documento aprobado es la ampliación del dragado, que el puerto lleva meses intentando resucitar pese a la oposición de científicos, ecologistas, agricultores, algunas diputaciones provinciales y el Gobierno andaluz.

Pero a la Unesco también le preocupa que no se haya solucionado aún el problema de las extracciones ilegales del acuífero del que vive Doñana. La Junta lleva años tramitando un plan especial de ordenación que no termina de aprobarse. En el dictamen se apunta, además, a los proyectos de extracción de hidrocarburos que podrían afectar a Doñana. En el texto se advierte que si estos problemas “no se abordan con eficacia” Doñana podría cumplir con “las condiciones para la inscripción en la lista del patrimonio mundial en peligro en un futuro próximo”. La Unesco reclama al Estado español que, antes de febrero de 2014, envíe un informe sobre la conservación de Doñana.

Para esa fecha es posible que el Ministerio de Medio Ambiente tenga ya una conclusión clara sobre la viabilidad del proyecto de ampliación del dragado. El único soporte legal que tiene el dragado es una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que data de 2003. Ese documento es anterior al dictamen de la comisión científica que ahora respalda la Unesco. Sin embargo, el titular de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, sostuvo hace unas semanas que la DIA, a pesar de todo, seguía vigente. Este departamento será el que decida si el proyecto del puerto es medioambientalmente aceptable. Cañete ha indicado que su intención es que se asuman “los resultados de la comisión científica”. También ha dicho que esta actuación no puede llevarse a cabo de “forma automática”.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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