_
_
_
_
_

Una colecta para la prehistoria

Arqueólogos de Tarragona abren un Verkami para excavar un yacimiento arqueológico

Imagen de la excavación de L’Assut de Tivenys.
Imagen de la excavación de L’Assut de Tivenys. gresepia

La crisis económica azota a todos los ámbitos. No se escapa la cultura, donde muchos integrantes del sector se las ingenian como pueden para conseguir financiación alternativa a la de las administraciones y poder seguir desarrollando sus proyectos. Es el caso del Grup de Recerca Seminari de Protohistòria i Arqueologia (Gresepia), perteneciente a la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona. Este equipo ha abierto un Verkami, un sistema de micromecenazgo en internet en el que cualquiera puede aportar dinero, para captar 3.000 euros y afianzar uno de sus proyectos estrella: El yacimiento de L’Assut de Tivenys (Baix Ebre), una colina del margen izquierdo del Ebro en donde Gresepia realiza excavaciones arqueológicas de manera ininterrumpida desde 2000, que han permitido certificar la presencia de un asentamiento continuado desde el siglo VII a. C. hasta el siglo I a. C.

Jordi Diloli, profesor del Departamento de Historia de la URV.
Jordi Diloli, profesor del Departamento de Historia de la URV.JOSEP LLUÍS SELLART

“Hasta ahora habíamos ido trampeando, recibiendo ayudas del Ayuntamiento, del Consejo Comarcal, de la universidad, que no financia pero capta subvenciones para estos proyectos, y de la Generalitat. Pedimos el dinero no como universidad, sino como asociados al Centro de Estudios de la Antigüedad en la Mediterránea”, afirma Jordi Diloli, profesor del Departamento de Historia de la URV. Según explica, tienen un presupuesto bianual de 14.000 euros, pero necesitarían otros 6.000 más para poder proteger los restos que han ido descubriendo estos años. “Queremos consolidar las estructuras del asentamiento porque les afecta el viento, la lluvia y si alguien visita el yacimiento no queremos que tumbe una piedra, un muro”, cuenta Diloli.

“En las excavaciones también participan estudiantes; se ha convertido en una auténtica escuela de arqueología”, defiende Diloli

En L’Assut hubo diferentes planteamientos urbanísticos, entre ellos la construcción de un poblado protegido por una muralla flanqueada por una torre circular. Por el enclave pasaron comerciantes fenicios, griegos, cartaginenses y romanos. La torre, fechada del siglo VI a. C., podría haber servido de residencia de un caudillo del poblado, según los estudios de Gresepia. Fue incendiada de manera violenta alrededor de 200 a. C., y los investigadores creen que el fuego ocurrió durante los enfrentamientos entre los pueblos íberos y las tropas romanas. Entre los restos hallados dentro de la torre se encuentran cerámicas, ornamentos de sus inquilinos, herramientas agrícolas y textiles o diversas armas, como un cuchillo y un soliferrum, que era una jabalina ibérica de hierro.

Desde el siglo V a. C. la fortificación había pasado a integrarse en un sistema defensivo que intentó proteger un poblado de nueva planta. El asentamiento perduró hasta el I a. C., cuando fue abandonado tras la conquista romana. “En las excavaciones también participan estudiantes; se ha convertido en una auténtica escuela de arqueología”, defiende Diloli. Este verano programan trabajar en el yacimiento durante cuatro semanas y asistirán alumnos de Argelia e Israel. Si sortean la crisis, en un futuro Gresepia quiere museizar L’Assut convirtiéndolo en un parque arqueológico.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_