_
_
_
_
_
43ª FERIA DEL LIBRO DE BILBAO

Las letras contra la tormenta

El público ha respondido al programa de presentación de novedades y actos culturales El mal tiempo ha perjudicado las ventas, pero los libreros esperan recuperarse en la última jornada

Una joven mira los libros de uno de los puestos instalados en el paseo del Arenal, en la 43ª Feria del Libro de Bilbao.
Una joven mira los libros de uno de los puestos instalados en el paseo del Arenal, en la 43ª Feria del Libro de Bilbao.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

Los libreros esperan a la última jornada de la 43ª Feria del Libro de Bilbao para calcular si en esta edición llegarán al nivel de facturación del año pasado, en el que el retroceso del consumo castigó a las ventas en los puestos instalados en el Arenal con una caída del 15%. Con un ojo en el pronóstico del tiempo y el otro en la caja, los más optimistas creen que un domingo sin lluvia garantizará un buen remate a los diez días de feria y un balance positivo. "Si llueve, no hay nada que hacer; las ventas quedarán por debajo del año pasado", reconocen los organizadores.

La feria no facilita datos de facturación, pero la valoración global es positiva, sobre todo por la buen ambiente de público. La tendencia del pasado año no apuntaba a planteamientos optimistas. En 2011 los libreros cerraron una edición satisfactoria con un crecimiento en las ventas de cerca del 10%, a pesar de la crisis económica, y una elevada afluencia de público. Los dos parámetros del éxito de una feria del libro estuvieron por encima de las expectativas. La siguiente edición no fue tan buena: la tendencia cambió y la facturación bajo un 15% respecto al año anterior. No solo se notó menos dinero en los bolsillos de los lectores, sino también la competencia creciente del libro electrónico. 

La edición de 2013 arrancó muy bien. El primer fin de semana la feria atrajo a muchos compradores. El nivel fue difícil de mantener en los días laborables;  imposible si llega una tormenta a media tarde. La lluvia ha vuelto a ser el peor enemigo de las ventas en los puestos del Arenal y el resultado ha sido muy irregular.

La asistencia a la presentación de novedades y los actos culturales ha mantenido, en cambio, un alto nivel de asistencia. Desde la representación de danzas vascas a cargo de grupo de Mikel Urbeltz del 2 de junio, al Encuentro de Novela Negra han registrado una buena acogida. Y el público llenó la carpa del Arenal donde se reunieron los escritores Kirmen Uribe, Jesús Carrasco, Harkaitz Cano y Jon BIlbao, en una charla moderada por el periodista Félix Linares, y para asistir a la mesa redonda que reunió a Miren Agur Meabe, Karmele Jaio y Mariasun Landa..

Los títulos más demandados por los lectores tiene, en la mayoría de los casos, relación directa con la presencia de los autores en la feria. Este año han pasado por el Arenal una treintena de autores. Han tenido un buen nivel de ventas las obras de Ángeles Mastretta, premiada con la Pluma de plata, y han seguido con el apoyo de sus incondicionales lectores Toti Martinez de Lezea y Jon Arretxe, tanto en euskera como en castellano, este año con la novedad de 612 euros, la segunda entrega protagonizada por el detective Touré.

Entre los libros más vendidos destacan Manuela, de Inma Roiz, e Intemperie, de Jesús Carrasco, junto a las últimas novelas de Kirmen Uribe (Mussche/Lo que mueve el mundo), Harkaitz Cano (Twist), Ramón Saizarbitoria (Martutene) y Jon Bilbao (Shakespeare y la ballena blanca). Uno de los libros de éxito en la feria de 2012 ha conseguido seguir captando lectores: La ciudad de los ojos grises, de Félix Modroño, y El guardian invisible, de Dolores Redondo, ha salido reforzado como best-seller.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_