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“No estamos accediendo a las situaciones más graves”

La fiscal de Violencia de Género de Jaén cree que la sociedad es permisiva con las agresiones machistas

Ginés Donaire
La fiscal Gracia Rodríguez en el Palacio de Justicia de Jaén.
La fiscal Gracia Rodríguez en el Palacio de Justicia de Jaén.josé manuel pedrosa

Gracia Rodríguez Velasco (Madrid, 1961) lleva toda su carrera como fiscal dedicada a la lucha contra la violencia machista. Ejerce desde 1988 en la Audiencia Provincial de Jaén (desde 2008 como fiscal delegada de Violencia de Género) pero la claridad y contundencia de sus mensajes traspasan las fronteras provinciales. Este año ha obtenido el Premio Meridiana por su compromiso con las mujeres que sufren una lacra que ha vuelto a repuntar las últimas semanas.

Pregunta. ¿Hay alguna explicación al último repunte de casos de violencia de género?

Respuesta. Hasta que no se reflexione más a fondo no hay una explicación clara. Lo que sí es cierto es que la crisis económica produce una mayor irritabilidad en el seno familiar y dentro de la convivencia de la pareja. Si ya existen malos tratos y encima se une la situación económica aumentan las crisis y la violencia dentro del seno de la familia. Y, por otro lado, la mujer se piensa mucho más la denuncia porque se pregunta dónde voy si no tengo nada.

P. En todo caso, ¿qué está fallando?

R. Desde luego, no estamos accediendo a las situaciones de violencia más graves, y no sé por qué. La mujer que se encuentra en una situación grave de violencia habitual es precisamente la más vulnerable, porque ella está peor psicológicamente, su autoestima está más baja, la familia está más cansada y tiene menos apoyos porque él ha conseguido apartarla de su círculo familiar y social desde hace años.

P. ¿Por qué casi ninguna de las mujeres asesinadas había denunciado a sus víctimas?

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R. La mujer tiene que entender que si no denuncia no se le puede proteger. Sin embargo, la persona que no denuncia es porque piensa que así corre menos peligro, y es todo lo contrario. Hay que decirles que la mujer que está en una situación de violencia habitual grave debe denunciar, y si ella no es capaz de hacerlo ahí es donde debe entrar en juego la sociedad.

P. Quiere decir que el entorno también es importante.

Pérdida progresiva en igualdad

Un caso que preocupa a jueces y fiscales es que la violencia machista se manifiesta cada vez en más jóvenes. “Hoy las chicas están aguantando situaciones gravísimas y sin consciencia de que es violencia. Confunden los celos con que las quieren mucho. Parece que las educamos en igualdad, pero retrocedemos”, asegura Gracia Rodríguez.

A su juicio, mucha culpa la tienen las series de televisión donde se valora a la mujer según su aspecto físico. “La mujer debe valer para otras cosas. Se envía justo el mensaje contrario para el que estamos luchando”.

E Las más recientes formas de delinquir se manifiestan a través de las redes sociales. “Se hacen pasar por ellas para ponerlas verdes delante de los amigos, publican fotografías íntimas o envían mensajes para hacer daño”.

R. Sí. La familia, al igual que los vecinos, tiene un papel fundamental y tienen la obligación de denunciar. Son testigos privilegiados y para ello está la Ley de Protección de Testigos, de tal manera que no aparezcan sus datos. Creo, por otro lado, que en las zonas rurales la mujer está más desprotegida que en las ciudades. Creo que existe una cultura machista mucho más grave. En esos pueblos a los vecinos les cuesta más reconocer que hay una situación de violencia, seguramente porque el entorno es mucho más machista.

P. ¿Por qué se retiran tantas denuncias por malos tratos?

R. Porque hay una dependencia emocional. Porque a quien se denuncia no es a quien te ha robado, sino a la persona con quien convives y has tenido hijos. Lo más fácil es pensar que él va a cambiar en vez de someterse a un procedimiento judicial y que tus hijos te digan: mamá vas a meter a papá en la cárcel. Aquí es fundamental la función del fiscal, que es independiente y no tiene por qué estar a la voluntad de la víctima; por eso, si hay pruebas se sigue hacia delante y se puede conseguir una sentencia condenatoria, que es lo que trae el alejamiento del agresor.

P. Pero la mujer tiene derecho a no declarar contra su maltratador.

R. Así es, pedimos desde hace tiempo la supresión del artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que no tiene ningún sentido. El último año hubo en Jaén 400 mujeres que no quisieron declarar contra su agresor, con lo que se obtienen casi siempre resoluciones absolutorias al perderse el testigo fundamental. Parece que vamos para atrás, pues incluso el Tribunal Supremo se ha pronunciado recientemente con una interpretación que amplía la posibilidad de aplicar este artículo, restringiendo los criterios que había fijado la Fiscalía.

P. ¿La sociedad en general es permisiva hacia este tipo de agresiones machistas?

R. Por supuesto. No solo hay que soportar las actitudes machistas de estos hombres sino también de personas que están en toda la sociedad, desde abogados, abogadas, fiscales, jueces, policías, guardias civiles, profesores universitarios o maestros.

P. Las mujeres agredidas a veces se ven obligadas a desplazarse de su entorno.

R. Sí, es una doble discriminación porque casi tienen empezar una nueva vida. La mujer que se siente en peligro grave suele ir a una casa de acogida que, por cierto, están funcionando muy bien. Las mujeres que ingresan allí para que puedan salir de la violencia necesitan un tratamiento psicológico, y es ahí donde es más factible que lo reciban y no lo abandonen.

P. ¿Qué otras lagunas legislativas cree que hay?

R. Me parece un acierto que se considere también como violencia de género la trata de blancas en la prostitución. Pero se olvidan otros ámbitos, como son los acosos de personas que, sin tener relación con la mujer, la pretenden y para ello la persiguen y la acosan. Otro fallo legal muy grave es el de las violaciones en el seno familiar, donde apenas hay condenas y encima son sumarios que se ven en las Audiencias sin posibilidad de recurso ordinario. El Tribunal Internacional Europeo nos está poniendo multas constantemente por la falta de una segunda instancia en estos casos.

P. Las denuncias falsas son un sambenito que les persigue.

R. Es algo vergonzoso que personas que, en teoría deberían saber del tema, hablen continuamente de denuncias falsas. Y hay que decir muy claro que las hay, pero son poquísimas, y cuando se detecta una denuncia falsa se persigue y se la lleva a juicio (en Jaén el último año menos de siete). Estas personas, políticos incluidos, identifican sentencias absolutorias y procedimientos que terminan en sobreseimiento por falta de pruebas, con una denuncia falsa, que es mucho más grave.

P. ¿Cuál debe ser el papel de los medios de comunicación?

R. Por un lado, es totalmente necesario que se hable del tema porque sino pierde la gravedad que tiene. Pero es necesario quitar cualquier elemento de morbo y obviar los datos innecesarios. Y convendría también decir que un hombre asesina (presuntamente) a su mujer antes que enfocarlo como que una mujer muere a manos de su marido.

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