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La detención de un operario de Navantia empuja a plantilla de nuevo a la calle

Los trabajadores del naval ferrolano denuncian que el objetivo "es meter miedo"

Un trabajador de Navantia fue detenido esta mañana en su domicilio de O Val, en Narón. Le atribuyen un delito de atentado contra la autoridad por los incidentes del pasado jueves 30, cuando un grupo de vecinos muy descontentos con las políticas del gobierno popular -entre ellos operarios del naval- se concentraron en las escaleras del ayuntamiento ferrolano para acudir al pleno ordinario de fin de mes y se toparon con la puerta cerrada a cal y canto. Los manifestantes empujaron y la policía local los contuvo. Durante el forcejeo, se rompió un cristal y un agente municipal se cortó la mano. Su denuncia desembocó hoy en el arresto de Juan Carlos D.P, armador del grupo público de astilleros. El detenido, de mediana edad, pasó primero por la comisaría y declaró ante el juez instructor antes de quedar libre con cargos poco después del mediodía. Fueron apenas unas horas, pero la noticia corrió como la pólvora por el interior de la factoría que improvisó una asamblea y se echó a la calle para arropar al trabajador detenido.

Parte de Comité de Empresa se apostó a primera hora en la puerta de la comisaría ferrolana y el grueso de los trabajadores, más de un millar, caminaron poco después hasta los juzgados de la calle Coruña. Saludaron con aplausos al armador detenido cuando abandonó los tribunales y, de regreso al astillero de Esteirom, pararon brevemente por la céntrica plaza de Armas para dejar un recado al Gobierno local, concretamente al regidor, José Manuel Rey Varela, al que señalan como “único responsable”.

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“Nos quieren meter miedo”, resumió Ignacio Naveiras, portavoz del Comité, que recordó que la plantilla lleva desde septiembre del 2011 movilizándose pacíficamente en infinidad de ocasiones sin mayores problemas que cortes de tráfico puntuales y la quema de neumáticos y monigotes de políticos en señal de enfado por una carga de trabajo comprometida por la Xunta hace diez meses en forma de un flotel para Pemex que nunca llega. Muy contundente ha sido Izquierda Unida al condenar, en un comunicado, la “represión” contra los trabajadores del naval. Entienden que el armador es “el chivo expiatorio” de un conflicto que “sólo tiene un responsable real: el Alcalde”. Para Javier Galán, edil de IU y operario de Navantia, la detención “es la consecuencia directa de las políticas antidemocráticas del PP” y pide al Ejecutivo de Rey Varela la “inteligencia suficiente” para mostrar respeto y solidaridad a los ciudadanos. A la protesta se sumaron ediles del BNG y los responsables de los sindicatos comarcales, UGT, CIG y CCOO, que consideran que la huelga comarcal del próximo 12 de junio está, si cabe, más justificada.

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