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El exdelegado del PSOE en la Zona Franca sostiene que Rilco nunca funcionó

De Mier asegura que un informe de Hacienda apreció numerosas irregularidades en la gestión

El exdelegado de la Zona Franca José de Mier.
El exdelegado de la Zona Franca José de Mier. ROMÁN RÍOS

“Nunca tuve que cerrar esa puerta porque nunca llegó a estar abierta”. Con esta frase resumió el exdelegado de la Zona Franca de Cádiz, el socialista José de Mier, su opinión sobre el portal informático Rilco. Según su versión, este proyecto de comercio electrónico con América nunca funcionó ni hizo transacciones internacionales. Así lo sostuvo en su declaración como testigo en el juicio que ha sentado en el banquillo a sus dos antecesores, del PP, por una presunta malversación de dinero público. Los acusados mantenían que De Mier había ordenado clausurar este negocio por una decisión política a pesar de que era un negocio rentable y que podía haber llegado a generar mucho dinero.

Bajo el mandato de De Mier, quien llegó al cargo en 2004, se interpuso la querella contra los exdelegados Manuel Rodríguez de Castro y Miguel Osuna. Según contó en la Audiencia Provincial, un alto de cargo del Ministerio de Hacienda elaboró nada más llegar al puesto un informe de 90 páginas sobre la anterior gestión del PP y, en 11 de ellas, detalló numerosas irregularidades en la sociedad Rilco. Fue la base de la querella que presentaría después la Abogacía del Estado y el motivo por el que se encargó una auditoría para valorar el material informático que la Zona Franca había adjudicado a la empresa Miami Free Zone.

Lo más llamativo es que ese informe de Hacienda no está incluido en la causa, a pesar de su importancia como origen de la investigación. “Yo sé que todas las personas con representación en Zona Franca lo tenían. Yo se lo entregué en mano a la presidenta del pleno, Teófila Martínez. Y ella me dijo que no lo quería, pero yo se lo di”, detalló De Mier. El descubrimiento de este informe indignó a las defensas porque no entienden que un documento tan importante no haya sido mencionado en siete años de instrucción.

Las defensas tratan de demostrar que el cierre de Rilco fue una decisión política para perjudicar al PP. De hecho, el exdelegado Manuel Rodríguez de Castro acusó a De Mier de ser un “sinvergüenza” y de haber urdido una trama para desprestigiar este proyecto. “Lo que opine esa persona me la trae al pairo”, contestó el dirigente socialista. “Una demostración de que no hubo interés político es que no contratamos a ningún abogado externo para llevar al caso sino que contamos con los letrados del Estado para que la institución se defendiera por sí misma”, añadió.

El actual delegado de la Zona Franca, Jorge Ramos, del PP, que ha ordenado recientemente renovar el dominio rilco.org aclaró que esta decisión, tomada bajo su mandato, no supone reactivar esa sociedad. “Rilco está en proceso de liquidación y no es recuperable”. Justificó esa renovación en que lo hizo por consejo de la Abogacía del Estado para evitar la compra del dominio por terceros con mala fe.

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