_
_
_
_
_

Un juez pide un informe pericial sobre la peligrosidad de las pelotas de goma

11 escopeteros declaran por el caso de un hombre que perdió el bazo en la huelga del 29-M

Rebeca Carranco

El uso de las pelotas de goma por parte de los agentes antidisturbios de los mossos—la Brigada Móvil— está más en entredicho que nunca. Ayer fue el turno del titular del Juzgado de Instrucción 24 de Barcelona, que ha pedido un informe a peritos independientes para que determinen la peligrosidad de este tipo de armas. El juez investiga la lesión que dejó a un hombre sin bazo en la huelga del pasado 29 de marzo en Barcelona.

En la causa se encuentran imputados por ahora 22 mossos d’esquadra, todos de la unidad 4ª de los antidisturbios. Entre los acusados están el subinspector y el escopetero, que se encuentran también imputados por la lesión que dejó sin ojo a Ester Quintana en otra huelga general, la del 14-N.

El jueves respondieron ante el juez diversos mandos policiales de la unidad bajo sospecha. Ayer fue el turno de los escopeteros. Todos admitieron que el 29-M se lanzaron pelotas de goma antes los graves altercados que se vivieron en Barcelona. Pero ni los mandos, que dieron la orden de disparar, ni los escopeteros, que la ejecutaron, se reconocieron en los diversos vídeos que se les reprodujeron, aduciendo que con los cascos y el uniforme es prácticamente imposible distinguir a los agentes. En ambos casos tampoco detallaron su ubicación exacta, según fuentes judiciales.

El querellante asegura que el 29-M salió de su casa para ir al piso de un familiar. Creyendo que ya habían finalizado los altercados, cruzó por la zona de la manifestación y resultó herido en la confluencia de la calle de Balmes con Gran Vía. El hombre asegura que le hirió un policía al disparar una pelota de goma y que en ese momento no había disturbios. Algo que ahora deberá esclarecer el juez.

El uso de las pelotas de goma está siendo debatido también en el Parlament, donde se ha abierto una comisión en la que se analiza el modelo y el tipo de armas de unas unidades antidisturbios, después de que el caso de Ester Quintana sembrase la duda sobre la manera de actuar de la policía. La mujer perdió el ojo izquierdo en la huelga del 14-N. Ella asegura que la lesionó un proyectil lanzado por los mossos. El informe forense da un paso más y apunta que su herida es compatible con la que causa una pelota de goma. Pero el director de la policía, Manel Prat, no autorizó su uso aquel día.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_