_
_
_
_
_

Ascenso de vértigo en el Montsec

Los ecologistas cuestionan el coste (856.000 euros) y la seguridad de las pasarelas

Cañón del Mont-rebei, en el margen catalán y aragonés del río Noguera Ribagorzana.
Cañón del Mont-rebei, en el margen catalán y aragonés del río Noguera Ribagorzana.HERMINIA SIRVENT

Un puente colgante de 36 metros y dos rampas de madera ancladas a la roca de dos paredes verticales comunican desde el pasado jueves los márgenes catalán y aragonés del río Noguera Ribagorzana, en pleno cañón de Mont-rebei, uno de los parajes más espectaculares y pintorescos del macizo del Montsec, en Lleida. 

Las obras han sido realizadas por el Ministerio de Agricultura con fondos europeos, con una duración de un año y un coste de más de 856.000 euros. La finalidad ha sido recuperar una conexión natural que quedó anulada hace 60 años con la construcción del pantano de Canelles, el más grande de Cataluña.

El paso servirá para comunicar dos territorios prácticamente despoblados, pero la verdadera utilidad será para los aficionados al senderismo, una actividad con muchas posibilidades en esa zona. El camino, de cuatro kilómetros de longitud, recorre uno de los entornos de frontera más atractivos del prepirineo.

Para salvar el río, en la cola de Canelles, se ha construido un puente colgante metálico, de 36 metros de luz. En la parte aragonesa, el sendero salva dos farallones rocosos mediante estructuras en forma de rampas zigzagueante adosadas a la pared que permiten ascender 50 y 33 metros en vertical. Las estructuras son de madera de alta durabilidad, unidas entre sí por elementos de acero y fijadas a la roca mediante elementos metálicos.

Estas pasarelas verticales ya han sido cuestionadas por colectivos ecologistas y de excursionistas, no sólo porque las consideran un despilfarro en tiempo de crisis, sino por su peligrosidad, ya que, aunque parecen seguras, no son aptas para ser transitadas por cualquier persona y menos si son corpulentas o sufren de vértigo. Son estrechas (80 centímetros), los peldaños de las escaleras miden menos de 15 centímetros, caen goteras y, en algunos puntos, hay que pasar de lado o agachado. “Será una aventura arriesgada y emocionante, algo así como subirse a la atracción del Dragon Khan. Impresiona incluso a un escalador como yo”, señala Joan Ramon Segura, un experto montañero del Centre Excursionista de Lleida (CELL).

Las obras fueron inauguradas por la directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Begoña Nieto, quien destacó el papel que juegan los caminos naturales en la diversificación de la actividad económica de las regiones. “Ayudan a potenciar la oferta turística, a conservar los espacios naturales y favorecen la conservación del patrimonio”, según Nieto.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_