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caso invercaria

El ex director financiero de Invercaria admite que fue contratado a dedo

Nieto se extrañó de la “asistencia financiera” ordenada para FIVA, que también presidía Sauquillo

Raúl Limón
El expresidente de Invercaria Tomás Pérez Sauquillo, a la entrada de los juzgados de Sevilla.
El expresidente de Invercaria Tomás Pérez Sauquillo, a la entrada de los juzgados de Sevilla.Paco Puentes

El ex director financiero de Invercaria Antonio Nieto Garrido llegó a esta empresa pública sin saber a qué se dedicaba y su función era “ejecutar las órdenes que recibía”. Era amigo del hermano de Tomás Pérez Sauquillo, el expresidente de esta entidad de capital riesgo de la Junta de Andalucía y a quien le había realizado antes trabajos de contabilidad y fiscales. No hizo falta proceso de selección alguno ni justificación documental de sus competencias para llegar a dirigir las finanzas de una empresa pública que investiga el juez de Instrucción número 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez, por la supuesta concesión discrecional de préstamos y el incumplimiento de las normas de contratación. El exdirectivo también admitió que le “extrañó” la ayuda ordenada a Ferias Internacionales Virtuales de Andalucía (FIVA). Invercaria gestionó 60 millones para 276 proyectos.

Nieto Garrido, quien defendió en todo momento su competencia profesional, admitió en su declaración ante el juez, que carece de titulación universitaria, que completó los estudios de bachillerato superior y que cursó hasta segundo de Empresariales antes de dedicarse a la banca. Fue administrativo, apoderado e interventor de City Bank y hasta director de una oficina de Deutsche Bank.

De ahí saltó a Invercaria, una entidad dedicada a ayudar, mediante la participación en el accionariado o la financiación, a la creación o consolidación de otras y de las que obtendría beneficios una vez asentadas estas en el entramado mercantil habitual.

A Nieto le explicaron estas funciones el entonces presidente Pérez Sauquillo y Cristóbal Cantos. La denuncia de este último y los análisis contables de la Administración han sido los que ha dado pie a la investigación judicial en la que tanto Nieto como el expresidente están imputados por supuestos delitos de malversación, falsedad y tráfico de influencias.

El ex director financiero negó todos los cargos y relató que fue director de Invercaria, donde llegó a cobrar 60.000 euros al año, según su declaración, “por su capacidad y porque le llamó Tomás Pérez Sauquillo, pero que no participó en ningún proceso de selección”. Aportó un currículum, pero sin documentación acreditativa. Y esa, según dijo, fue la norma general, ya que este miércoles declaró “que no conoce ni ha visto nunca ningún proceso de selección en Invercaria”. A partir de 2010, se ha incorporado una normativa de contratación.

Pese a esa falta de regulación de las contrataciones, Nieto negó haber relatado a la Cámara de Cuentas la existencia de nóminas de personas ajenas a Invercaria y conocidas como “mochileros”, así como que atribuyera a éstos supuestos intrusos “el elevado gasto de personal de la empresa”.

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Tampoco fue capaz de explicar el directivo cómo “Invercaria se dedicaba a las funciones propias de una sociedad de capital riesgo aunque no estaba sometida al control de la CNMV [Comisión Nacional del Mercado de Valores]“.

Nieto respondió a cuestiones sobre FIVA, una compañía que recibió 1,6 millones de fondos públicos y que presidía también el responsable de Invercaria, Tomás Pérez Sauquillo. El ex director financiero declaró que solo para esa empresa se ordenó, en 2009 y por parte de Pérez Sauquillo, una “asistencia financiera” de 120.000 euros para cubrir, a medias con la empresa Novasoft, “gastos corrientes, nóminas, luz, seguros sociales y compromisos de pago”. El entonces presidente alegó que FIVA, según la declaración judicial, tenía aprobada una subvención y que con ésta haría frente al pago de la “asistencia financiera” sobre la que Nieto mostró “su extrañeza”.

El abogado de Pérez Sauquillo, Francisco José del Pino Almendro, remitió ayer una nota negando las acusaciones de Cantos y en la que afirmó que “todo se realizó conforme a la Ley sin ningún tipo de desvíos económicos ni beneficios propios ni de terceros que se puedan calificar como punibles”.

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Sobre la firma

Raúl Limón
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid y con formación en EEUU, es redactor de la sección de Ciencia. Colabora en televisión, ha escrito dos libros (uno de ellos Premio Lorca) y fue distinguido con el galardón a la Difusión en la Era Digital.

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