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CiU gobierna en Viladecavalls con la ayuda de dos imputados

El PP abre expediente a su concejal por apoyar la maniobra

Nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Viladecavalls.
Nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Viladecavalls.a. tallón (diari de terrassa)

Se consuma el relevo en la alcaldía de Viladecavalls. Un cuatripartito liderado por CiU arrebató ayer el timón de este Ayuntamiento al equipo de otras cuatro formaciones que comandaba ICV-EUiA. La nueva alcaldesa de este municipio de 7.000 habitantes es la nacionalista Cesca Berenguer, que sustituye al ecosocialista Carles Rodríguez, que ha estado al frente del Consistorio dos años. La moción de censura la habían presentado CiU, PP, Ara-Reagrupament y la plataforma local PVA. Entre todos ellos suman siete concejales, uno más que el equipo de Gobierno, compuesto por otras cuatro formaciones: ICV-EUiA, PSC, ERC y los independientes UMdC.

La moción de censura en Viladecavalls estaba rodeada por la polémica, ya que dos de los concejales impulsores están imputados por presunta estafa, a raíz de una querella interpuesta el año pasado por el Ayuntamiento. La denuncia va en contra de una decena de concejales, altos cargos y empresarios por presuntos delitos cometidos entre 2007 y 2009, cuando el Consistorio estaba en manos de la federación nacionalista.

Entre los imputados está Josep Faure, de CiU, al que se le investiga por un supuesto uso fraudulento de la tarjeta de crédito que poseía como gerente de la empresa pública Viladecavalls Multigestió Pública. El monto investigado asciende a 15.000 euros. El segundo imputado es Francisco Vega, de la Plataforma Viladecavalls Actiu (PVA), que en el anterior mandato ostentaba la concejalía de Obras y Servicios. La querella denuncia que se inflaron facturas de obras por un valor de 781.000 euros.

La polémica traspasó ayer los límites municipales. La dirección del PP censuró a su concejal de Viladecavalls, Antonio Milán, por apoyar la moción de censura y le ha abierto un expediente. El secretario general del PP en Barcelona, Alberto Villagrasa, aseguró que Milán ya había sido advertido de la desaprobación del partido por la presencia de imputados. “Mientras la justicia hace su trabajo no queremos formar parte de un Gobierno en el que hay imputados”. Por su parte, el secretario general de ICV, Josep Vendrell, manifestó su temor de que con la entrada de imputados en el equipo de Gobierno se desactive la querella.

Berenguer apuntó a la falta de diálogo con los hasta ahora responsables municipales como motivo que ha impulsado la moción de censura. Otros miembros de este cuatripartito también habían cuestionado la legitimidad de ICV para gobernar (con dos regidores), cuando la lista más votada en las últimas elecciones municipales fue la de CiU (con cuatro concejales).

El alcalde saliente, el ecosocialista Carles Rodríguez, que fue recibido con aplausos al término del pleno municipal, calificó la maniobra política de “acto indecente e insólito”.

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