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Cuando se comparten sentidos

Un documental narra la historia de dos discapacitados que realizan el Camino de Santiago

Antonio J. Mora
Fotograma de 'El desorden de los sentidos'.
Fotograma de 'El desorden de los sentidos'.

Antonio y Gerardo son compañeros de viaje. Juntos realizan la ruta francesa del Camino de Santiago. Sin apenas conocerse, se complementan de maravilla. Y nunca mejor dicho. Antonio tiene 13 años y sufre una parálisis cerebral que le impide andar y hablar. Gerardo, de 34 años, es sordo y ciego de nacimiento. Pero juntos, no hay barreras sensoriales que les frene. Ambos son los protagonistas de El desorden de los sentidos, del cineasta sevillano Alejandro G. Salgado, un documental que se estrena este miércoles en el Centro Cultural Cajasol de Sevilla (20.00).

La cinta, grabada el verano pasado, narra la aventura de estos dos discapacitados que tienen en la bicicleta una válvula de escape que les permite sentir con mayor intensidad el mundo que les rodea. Antonio lo hace gracias al pedaleo de su padre, Javier Luque, quien puso en marcha esta iniciativa con el objetivo de contribuir a la rehabilitación de su hijo. Gerardo, con la ayuda de su amigo y entrenador de atletas invidentes Javier Pitillas. “El documental es un canto a la vida, a la alegría y al esfuerzo. Un canto a disfrutar de cada uno de los pequeños detalles cotidianos”, explica el director, uno de los cuatro fundadores del colectivo La Maleta, responsable del documental.

Dividida en cinco capítulos, en referencia a cada uno de los sentidos, la producción audiovisual refleja a lo largo de los 800 kilómetros de ruta cómo cada uno de sus protagonistas va percibiendo el entorno que visitan. “La visión es diferente en función de si carecen o si, por el contrario, han desarrollado más determinado sentido. A esta disyuntiva responde el título de la obra”, explica Salgado, licenciado en Comunicación Audiovisual y en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla.

Con la intención de no caer en “un sentimentalismo barato”, el director asegura que, desde un primer momento, el objetivo del documental era reflejar sin tapujos la crudeza de estos casos. “Con crudeza no me refiero a lo negativo de esta situación, sino con la mayor fidelidad a la realidad. Ser fiel con lo negativo y con lo positivo”, apunta el director.

La versión corta de este proyecto, que en parte ha estado financiado por crowdfunding —sistema de financiación colectiva a través de Internet—, ha sido galardonada con el premio a mejor cortometraje de no ficción en el certamen internacional Cinemobile. Tras el estreno en Sevilla y los preestrenos en las ciudades natales de sus protagonistas, el documental viajará de festival en festival. "Este proyecto nos ha cambiado la vida a todos los participantes. Ha sido un ejemplo de superación y de trabajo”, añade.

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Sobre la firma

Antonio J. Mora
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Fue redactor en la delegación en Andalucía durante más de seis años y, actualmente, es portadista web. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de periodismo de EL PAÍS, también trabajó en Diario Sur e Infolocalia. En 2009, ganó el premio nacional Alma de Periodista.

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