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La inversión pública en investigación e innovación retrocede más de 27 años

Los fondos europeos y la iniciativa privada mantienen el gasto en I+D+i

Laboratorio de Servi Facilities Management de la Universidad Politécnica de Valencia en una imagen de archivo.
Laboratorio de Servi Facilities Management de la Universidad Politécnica de Valencia en una imagen de archivo. JESÚS CÍSCAR

La Generalitat destina menos fondos a investigación e innovación tecnológica que en 1985. De tal calibre es el impacto de la situación de insolvencia económica del Consell sobre la política de ciencia y tecnología. Por ejemplo, el ahora Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), antes Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (Impiva), contó con 10,7 millones de euros de la Generalitat el año pasado; una cifra que ni tan siquiera llega a los 11 millones de los que dispuso el Impiva en 1985.

Eso no quiere decir que en conjunto haya menos fondos destinados a I+D+i que en 1985, dado que la mayor parte de la financiación en ese terreno desde los años noventa procede de los fondos estructurales de la Unión Europea (86,2 millones para proyectos del Ivace en 2012, una cantidad inferior a la de ejercicios precedentes), pero sitúa al Gobierno valenciano entre los que menos apuestan por la ciencia y la tecnología. En concreto, y con datos correspondientes a 2011, la Administración valenciana destinó el 4,7% del presupuesto que dedicaron el conjunto de las comunidades autónomas a ciencia y tecnología.

Para una autonomía que representa más o menos el 10% de la población y del PIB en España, es un porcentaje bajo. Más todavía si se tiene en cuenta que las empresas valencianas representan el 5,7% de la inversión en I+D+i, también por debajo de lo esperable. Solo las universidades valencianas, con un 12,3% en 2011, se sitúan por encima del 10%.

“¿Por qué estamos más de un 40% por debajo de lo que nos corresponde?”, preguntó el pasado 17 de abril en las Cortes Valencianas el diputado socialista Francisco Toledo al consejero de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch. “¿Qué explicación tiene este dato tan negativo?”. Toledo recordó que, según el Instituto Nacional de Estadística, la inversión valenciana en investigación y desarrollo era del 1,11% del PIB en 2009, porcentaje que retrocedió al 1,01% solo dos años después (la media española pasó del 1,39% al 1,33%). El parlamentario incidió en que no solo es el Ivace el que ha visto retroceder las aportaciones de la Generalitat. Los institutos tecnológicos, con pagos pendientes de 2010, 2011 y 2012 que ascienden a 65 millones de euros, ven asfixiado su papel en el terreno de la investigación ligada a las empresas.

El Consell es uno de los que menos apuestan en España por la ciencia

Buch echó mano de cifras acumuladas. “En 16 años, de 1995 a 2011, hemos quintuplicado el gasto en esta materia, pasando de gastar 209 millones a más de 1.044. Es un avance 100 puntos superior a la media de España”. De esos 1.044 millones, 492 corresponden a las universidades, 422 a las empresas y 128 millones a la Generalitat. El consejero destacó la evolución del gasto en I+D+i ligado a las empresas, que pasó de 63 millones en 1995 a 422 en 2011, lo que supone pasar del 3,6% del gasto en España al 5,7%. “Aún nos queda para llegar a los países más avanzados”, comentó. Sobre la aportación de la Generalitat, asumió: “Estamos estancados, incluso ha habido pequeños recortes”. Y apostó por una mayor participación privada y “un mayor impacto en el sistema productivo”.

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Pese a que el consejero reiteró el objetivo de que la inversión en I+D+i alcance el 2% del PIB en 2020, el diputado socialista le recordó que, en el Plan General Estratégico de Ciencia y Tecnología, la Generalitat se comprometió a “diseñar programas que incrementen la inversión pública y privada en I+D hasta alcanzar en 2015 el 2,1% del PIB”.

Buch se desentendió en el debate parlamentario del plan, que atribuyó a la Consejería de Educación. “Es un plan de política de investigación universitaria”, le dijo a Toledo. El diputado, que fue rector de la Universidad Jaume I, sostuvo en cambio que, aunque las políticas públicas de I+D correspondan a Educación, las relacionadas con la iniciativa privada y con la innovación, así como los programas sectoriales de turismo, corresponden a su departamento. Toledo criticó que, al margen del Ivace, que es un organismo de gestión, la Consejería de Economía no cuente en su organigrama con ningún apartado dedicado a la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico.

Las deudas con la industria del textil

A. B., Valencia

El textil valenciano es “una industria intensiva en conocimiento”, según Vicente Aznar, presidente de la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval). “La pyme textil valenciana no necesita de unos grandes departamentos de I+D+i exclusivos para acceder a los avances tecnológicos, ya que nuestras empresas textiles cuentan con el apoyo tecnológico que hoy ofrece el Instituto Tecnológico Textil Aitex”, explicó en una reciente visita del secretario del PSPV-PSOE, Ximo Puig, a Ontinyent y Alcoi.

Aznar, sin embargo, se quejó del problema de “la morosidad con la que se mueve el mercado, incluso la Administración Pública, para lo que se deberían de tomar medidas para recuperar el tono financiero normal de atención a los compromisos de pago”. Concretamente, la Generalitat debe a Aitex 8,8 millones de euros, y otros 2,7 a Ateval. Los intereses de esa deuda de 11,5 millones de euros, explicó, generan unos gastos que superan las cuotas que pagan los asociados a ambas entidades. El alcalde de Ontinyent y responsable de industria del PSPV-PSOE, Jorge Rodríguez, alertó de que la morosidad del Consell pone en “grave peligro” la I+D+i en el sector textil.

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