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primer año de legislatura

Griñán no quiere prisas ni imposiciones para debatir sobre primarias

El líder del PSOE andaluz dice que la propuesta “nunca” debe abordarse desde “la urgencia o las ambiciones personales". El presidente pretende frenar el debate interno sobre el liderazgo

Lourdes Lucio
Griñán, entre Amparo Rubiales (derecha) y la diputada Verónica Pérez.
Griñán, entre Amparo Rubiales (derecha) y la diputada Verónica Pérez.Julio Muñoz (EFE)

El PSOE no tiene otra prioridad que combatir la crisis y el desempleo, por lo que los asuntos que afectan a esta organización —como el de la elección directa de su secretario general— deberán abordarse cuando toquen pero “nunca” desde “la urgencia, las imposiciones mediáticas o las ambiciones personales”.

El líder de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, apenas dedicó ayer unos pocos minutos a aludir al debate abierto en su formación sobre cuestiones internas que tanto entusiasman en este partido. Lo dijo ayer en el comité director convocado de manera extraordinaria para conmemorar el primer año de Gobierno del PSOE de la novena legislatura, en coalición con Izquierda Unida.

Griñán vistió más la chaqueta de presidente de la Junta que la de secretario general de los socialistas andaluces, de ahí que insistiera varias veces a los suyos en que “todas las fuerzas” de los dirigentes, de los responsables políticos y de los militantes de su partido deben destinarse a luchar contra la crisis económica y resolver los problemas de los ciudadanos.

Pero no desperdició la ocasión para “hablar de las cosas” del PSOE “en el lugar” apropiado, es decir, en el máximo órgano entre congresos. En este foro dijo que los debates acerca de profundizar en la democracia interna, como el de la elección directa del partido, hay que hacerlo en la conferencia política prevista para el próximo otoño y “fuera de allí” la prioridad debe ser “la crisis y el desempleo”.

Esta iniciativa de que los militantes del PSOE elijan en urna a su líder no ha entusiasmado en Andalucía, no solo por las dificultades que entraña casar todos los intereses de esta organización, sino también por el momento en el que fue realizada, en un desayuno del responsable de Organización, Óscar López, con periodistas y el mismo día en que se conoció que los parados en este país eran más de seis millones.

En el debate posterior a la intervención de Griñán, que se celebró a puerta cerrada, la secretaria general del PSOE de Sevilla, Susana Díaz, reconoció que no le había gustado que la propuesta se diera a conocer durante un desayuno, como tampoco le gustó que en una noche el PSOE y el PP pactaran la reforma exprés de la Constitución. Según las fuentes consultadas, Griñán ratificó lo dicho por la también consejera de la Presidencia.

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El socialista intenta de alguna manera frenar que se sitúe en primer plano la propuesta lanzada por la secretaría federal de Organización de elección del secretario general y la carrera emprendida por algunos dirigentes socialistas para tomar posiciones con vistas al relevo de Alfredo Pérez Rubalcaba, que tanto debilitan a este. Griñán vino a reforzar lo dicho por su vicesecretario general, Mario Jiménez, en una entrevista en EL PAÍS en la que la pidió a su partido que “no se distraiga”.

En el PSOE, suele ser trabajoso que estos mensajes de contención interna calen, aunque los dirigentes siempre pueden echar la culpa a las preguntas incómodas de los periodistas, como más o menos hizo ayer el presidente de la Diputación de Sevilla y del PSOE provincial, Fernando Rodríguez Villalobos. En una entrevista en la SER, este abogó por Griñán como líder del partido. Explicó horas después, que era una frase sin intención alguna, algo así como un elogio un tanto desmedido a un Griñán al que ve capaz de liderar “el mundo mundial”. Pero, sobre todo, lo que Villalobos —que conoce extraordinariamente bien a su partido— quiso desenmarañar de manera inmediata es que tras sus palabras alguien viera una especie de avanzadilla para lanzar la candidatura nacional del presidente de la Junta de Andalucía.

Este ha dicho varias veces que su futuro está en Andalucía y ayer, en los micrófonos de Canal Sur Radio, volvió a hacerlo. Pero cuando se le preguntó si había candidatos andaluces a liderar el PSOE contestó que sí, que “iguales o mejores”. Y esas palabras recorrieron muchas agrupaciones socialistas, donde se hicieron cábalas de a quién o a quiénes aludiría.

También pidió al PSOE alejarse de dos riesgos: el de permanecer “impasibles” y el estar atentos a que la derecha política desmantele derechos conseguidos. En este sentido, reclamó a los suyos a mostrarse “combativos y alerta” ante la reforma de la ley del aborto que pretende el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

Griñán aprovechó la reunión interna para aplaudir la propuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba de estimular la economía con 30.000 millones de euros. “La oposición tiene también que ser útil y propositiva”, dijo el presidente andaluz, quien consideró “imprescindible” que Mariano Rajoy aproveche la mano tendida de la oposición.

En su repaso del año de Gobierno de coalición —“un año muy duro, el más difícil desde la transición”—, el socialista aseguró que Andalucía “ha mantenido la iniciativa contra viento y marea”. Destacó la estabilidad del acuerdo con Izquierda Unida y las medidas aprobadas contra la exclusión social y los desahucios que “a la derecha social y política no han gustado nada”, de ahí que “salgan en tromba a ridiculizarlas”.

Griñán admitió que las iniciativas aprobadas son “modestas, pero atrevidas” e “incómodas” para la ortodoxia social”. Y anunció que ese será el camino a seguir: “Nos llaman radicales porque nos enfrentamos a la pobreza, pero no vamos a dar marcha atrás”.

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