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Urkullu llevará a referéndum el acuerdo de todos los grupos sobre el autogobierno

El 'lehendakari' reitera que el documento deberá ser refrendado por la ciudadanía

El 'lehendakari' Iñigo Urkullu al término de su intervención ante el pleno del Parlamento vasco.
El 'lehendakari' Iñigo Urkullu al término de su intervención ante el pleno del Parlamento vasco. L. RICO

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha vuelto esta mañana al Parlamento por primera vez desde que su equipo decidiera retirar el proyecto presupuestario ante la negativa frontal de la oposición a avalarlo. Lo ha hecho para presentar su programa de Gobierno, con llamamientos a los grupos al acuerdo para resolver la situación de minoría parlamentaria, un asunto que ha capitalizado el debate por parte de los grupos de la oposición y también del grupo que sustenta al Gobierno, que ha dedicado diez de sus quince minutos de intervención a culpar a la oposición de intentar bloquear al Ejecutivo.

Urkullu ha explicado que detallará en su última intervención su propuesta a la oposición de pactos de estabilidad, algo que ha enfadado a los dos concernidos, PP y PSE, que no tendrán la posibilidad de responder en la tribuna porque el lehendakari tiene la última palabra. Los socialistas han tachado de “fraude parlamentario” que se pida a los grupos que se posicionen antes de saber qué se les plantea.

Bajo la atenta mirada del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, presente desde la tribuna en el pleno de hoy, Urkullu ha defendido su programa –dividido en tres áreas: crisis, paz y estatus político, con 160 objetivos y 615 iniciativas- en menos de media hora, con un discurso de nueve páginas en las que ha dedicado 18 líneas a la tercera pata de su programa de Gobierno, el nuevo estatus político. El lehendakari ha señalado que propondrá al Parlamento la creación de una ponencia parlamentaria “sobre el futuro del autogobierno vasco”. El texto articulado que salga de este foro será “sometido a refrendo popular”. Mientras se desarrolle, en el marco de toda la legislatura, este trabajo, el Gobierno celebrará unas jornadas internacionales para poner en común iniciativas relacionadas con el nuevo estatus. En su segunda intervención, no ha habido ninguna referencia al nuevo estatus.

Ese olvido se ha dado después de que la propuesta de Urkullu para el nuevo estatus ha recibido las críticas del que aspira que sea uno de sus socios para lograr la estabilidad institucional, el PSE, que a través de su secretario general, Patxi López, ha criticado el intento del lehendakari de “perdernos en abstracciones vacías”. A la censura de los socialistas se ha sumado la de UPyD y el PP, mientras que EH Bildu, el grupo con el que el PNV tendría más posibilidades de lograr consensos en esta área, ha afeado que entre el programa electoral y el programa de Gobierno se haya perdido poner una fecha para la consulta y que en el documento se hable de Euskadi y no de Euskal Herria. El planteamiento del Ejecutivo “es una necesidad”, ha defendido Joseba Egibar, desde el PNV, para solventar los problemas de Euskadi.

La intervención inicial de Urkullu se ha centrado en la reactivación económica

La mayor parte de la intervención inicial de Urkullu se ha centrado, sin embargo, en la necesidad de reactivar la economía vasca –ha esbozado el plan que presentará, que contendrá un plan para la industria, ayudas para la internacionalización e impulsar la innovación y esfuerzos para “extender al máximo las posibilidades de inversión pública”-, el mantenimiento de los servicios esenciales y del problema del desempleo. Sobre este último, el lehendakari ha reiterado su compromiso con el “mantenimiento” del empleo y ha asegurado que el “objetivo central” de los dos primeros años de legislatura.

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La oposición ha coincidido, en su primera réplica al jefe del Gobierno, en denunciar la “inacción” y la “parálisis” de un Ejecutivo que, según han indicado, ha perdido el tiempo durante los primeros cinco meses de mandato. Patxi López ha resumido: “En la presentación de su programa, el Gobierno certifica que no tiene programa”, una crítica que ha sido respondida por Egibar, que López no presentó un programa en los tres años y medio en los que dirigió el Ejecutivo.

Desde el primer grupo de la oposición, EH Bildu, su portavoz, Laura Mintegi, ha reiterado que el Gobierno “ha perdido el norte y no tiene brújula”. “Se han caído tres mitos: que eran buenos gestores, no, no saben ni gestionar los sueldos de sus trabajadores; que eran buenos buscando acuerdos, no, no lo han conseguido con los presupuestos; que había un único modo nacionalista de afrontar las cosas y no, no ha sido así”, ha resaltado.

La oposición ha coincidido en sus críticas a la inacción del Ejecutivo

Urkullu ha respondido a las críticas de “parálisis” enumerando planes aprobados, como el de empleo o el fondo de financiación de empleo. Y ha enumerado, para sacudirse el fantasma de la inacción, que en los próximos dos meses pondrá en marcha programas como el renove de rehabilitación o el programa de primera experiencia profesional para jóvenes, ambos dentro del plan de empleo, el código ético del Ejecutivo –que lleva retraso después de que el portavoz, Josu Erkoreka, asegurara en febrero que presentaría en un mes este documento, un retraso que el propio consejero ha justificado porque están realizando un código “original”-, el plan de paz, la puesta en marcha del hospital de Gernika –iniciado durante el último Ejecutivo del PNV, hace dos mandatos- y la creación del sistema vasco del emprendimiento.

 El llamamiento de Urkullu a los pactos para acabar con su situación de minoría parlamentaria no contará con más detalle hasta su última intervención de esta mañana. Hasta el momento, el lehendakari se ha limitado a reiterar los cuatro ejes que planteó en el documento de mínimos que presentó a los grupos en el último momento de la negociación presupuestaria –reforma fiscal y lucha contra el fraude; protección de los servicios públicos esenciales, reforma de la administración y un plan para reactivar la economía y crear empleo-. El documento fue entonces considerado insuficiente por la oposición. Hoy, el PSE ha coincidido en los ejes planteados y ha recibido las críticas de Urkullu por la indefinición de sus propuestas.

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