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LOS PROBLEMAS DE LA FINANCIACIÓN

Mas-Colell rechaza hacer las cuentas hasta conocer el objetivo de déficit

La Generalitat se juega 1.800 millones en ajustes y liquidez en la negociación con Hacienda El consejero admite la posibilidad de terminar el año sin Presupuestos

Lluís Pellicer
El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell.
El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell.CARLES RIBAS

Cataluña seguirá siendo la única comunidad, junto al País Vasco, sin Presupuestos, al menos hasta que el Gobierno central fije los objetivos de déficit para cada autonomía. Así lo afirmó ayer el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, quien incluso admitió la posibilidad de que la Generalitat deba pasar el que debe ser el peor año de la recesión con una prórroga presupuestaria si el objetivo que acabe fijando Hacienda no es viable. “Es una posibilidad”, lamentó el consejero, quien urgió de nuevo al Gobierno de Mariano Rajoy a decidir el desfase que autorizará para cada comunidad. Esa cifra es clave para elaborar los Presupuestos, puesto que lograr un mayor déficit no solo supone realizar menos ajustes, sino también obtener más recursos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Mas-Colell se mostró especialmente enojado con el procedimiento que ha empleado el Gobierno para repartir los objetivos de déficit. Tras el Consejo de Ministros del viernes, se anunció el desfase que se permitiría al conjunto de las comunidades, del 1,2% del Producto Interior Bruto (PIB), pero no se detalló si será idéntico para cada autonomía. Eso dio pie, según Mas-Colell, a una pelea de “circo”, en referencia a la batalla abierta entre las comunidades que el año pasado cumplieron con el objetivo de déficit, con Extremadura a la cabeza, y las que no. “No es un procedimiento demasiado elegante. Yo no pienso decir qué comunidades deben recibir más y cuáles menos”, agregó.

El consejero sigue negociando, según dijo “de forma bilateral”, con el Gobierno central con la convicción de que el 1,2% del PIB es un objetivo general. La diferencia entre ambas partes es de nueve décimas, pero se entiende mejor su magnitud traducida a euros: 1.800 millones que la Generalitat se ahorraría en recortes y que, además, recibiría en forma de préstamo del FLA. Y fuentes cercanas a la negociación admiten que entre el 1,2% y el 2,1% —que ya exigiría ajustes por 1.500 millones— hay un camino por recorrer.

Mas-Colell urge a un nuevo modelo de financiación

Mas-Colell repartió ayer críticas y avisos para navegantes. A Esquerra Republicana, su socio parlamentario, le advirtió de que si bien recorrer lo que queda de año con una prórroga presupuestaria es una posibilidad, no será “nada fácil” hacerlo. “Espero que no sea necesario”, dijo. Y al resto de la oposición la acusó de estar haciendo “una política de muy bajos vuelos” al exigirle día sí y día también que presente unos Presupuestos de inmediato. “Lo hacen para decir al día siguiente que son impresentables”, auguró.

A pesar de esas críticas a la oposición, Mas-Colell admitió los inconvenientes de presentar unos Presupuestos a finales del primer semestre. Y es que en caso de tener que realizar grandes ajustes, el consejero apenas tendría margen para realizarlos mediante los ingresos de nuevas tasas como la que gravará los pisos vacíos en manos de la banca, los despegues de aviones por sus emisiones o las centrales nucleares. “No hablemos de 2013, ya han pasado cuatro meses y serán limitados”, aseguró el consejero.

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Los ajustes de 2013

  • El Gobierno ha anunciado que el objetivo de déficit para el conjunto de las comunidades es del 1,2% del Producto Interior Bruto.
  • Cataluña reclama para las comunidades un tercio del objetivo de déficit para todo el sector público español, es decir, el 2,1%.
  • Un déficit del 2,1% supondría unos recortes de más de 1.500 millones. Con el 1,2% se deberían ajustar más de 3.300 millones.
  • La Generalitat estima que la deuda pendiente del Estado con Cataluña asciende a más de 8.000 millones de euros. El decreto de la prórroga presupuestaria contempla un déficit público del 0,7% del PIB.
  • Los intereses de la deuda de la Generalitat, que ya supera los 50.000 millones de euros, aumentarán en 300 millones.
  • Los pagos diferidos por obras públicas para este año se incrementan en 150 millones de euros.

El titular de Economía admitió que este año todavía requerirá realizar recortes, al menos unos 1.500 si el objetivo es del 2,1% del PIB como pide la Generalitat. Sin embargo, advirtió de que las rebajas presupuestarias ya no serán posibles en 2014. Por ello, urgió al Gobierno central a que elabore un nuevo modelo de financiación. Este se está discutiendo en una de las comisiones creadas en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Y fuentes del Gobierno catalán explicaron que, a pesar de que Cataluña participará en todos los foros donde se tomen decisiones que afecten la comunidad, en esta ocasión la intención es que no lidere la negociación. Si ello se acaba cumpliendo, por primera vez en la historia del Estado de las autonomías, la Generalitat no será quien negocie un modelo que luego se extienda al resto de comunidades.

En todo caso, Mas-Colell sí tiene propuestas a hacer en esa negociación, y ayer confió en que el sistema de financiación que se pacte permita aumentar la participación de la Generalitat en los tributos. “En 2014 pondremos sobre la mesa que hemos de recibir una parte más importante de lo que pagan los catalanes”, afirmó. El consejero denunció que Cataluña no se beneficiara de los aumentos tributarios del año pasado por la “complejidad del modelo”. “Todo esto queda neutralizado. Si recaudamos más, se nos sustrae a través del Fondo de Suficiencia”, lamentó el consejero, quien también se quejó de que en cinco meses no se haya avanzado en el nuevo modelo de financiación.

El convencimiento de que al Gobierno central le interesa que Cataluña tenga un objetivo de déficit que pueda alcanzar y un sistema de financiación adecuado proviene, según se desprendió de la entrevista, de la percepción de los mercados de que las finanzas de Cataluña están inevitablemente ligadas a las del Estado. Y también al revés. Pero Mas-Colell razonó que al Ejecutivo de Rajoy tampoco le conviene una quiebra de las arcas catalanas porque los ciudadanos de la comunidad recibirían el “mensaje” de que “Cataluña debe espabilarse por su cuenta”.

Mas-Colell insistió ayer en que el “único banco” del Estado que hoy quiere prestar a la Generalitat es el FLA. Al margen de ello, sigue renegociando sus deudas, por ejemplo, con CaixaBank, que ha aplazado la devolución de un bono de 1.000 millones de euros. Lo que sí rechazó el consejero es que el Gobierno central esté maltratando económicamente a Cataluña por haber planteado una consulta soberanista. “No tengo la evidencia”, sostuvo primero, para luego abundar en que “no hay razón para pensarlo. Valencia no lo ha iniciado \[el proceso\] y no tiene un tratamiento distinto al nuestro”, reflexionó.

El consejero quiso quitar hierro al hecho de que la Generalitat se prepare para recaudar todos los impuestos antes de verano a través de la Agencia Tributaria de Cataluña. “Todo lo que se ha hecho al respecto hasta ahora, todo mecanismo, está dentro de la legalidad”, advirtió el consejero. El consejero describió el papel del Ejecutivo catalán como el de “gestor público”, puesto que recauda los impuestos de los ciudadanos para, a continuación, transferirlos al Gobierno central.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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