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LEGISLATURA VASCA

Urkullu basa sus próximos 100 días en un plan de reactivación económica

El ‘lehendakari’ detalla en el Parlamento las bases para el pacto de estabilidad

El lehendakari, Iñigo Urkullu y el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka.
El lehendakari, Iñigo Urkullu y el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka.David Aguilar (EFE)

Después de detallar el plan para los 1.000 días de gobierno ante un amplio grupo de ciudadanos el pasado mes de marzo, Iñigo Urkullu, lo explica hoy en el marco más solemne de un pleno del Parlamento vasco. Con este gesto de compromiso, el lehendakari proyecta una sensación de control de situación para silenciar las críticas acumuladas por la incapacidad del Gobierno vasco y del partido que lo sustenta, el PNV, para sacar adelante sus primeros Presupuestos.

Y Urkullu, en su exposición de hoy, quiere ofrecer iniciativas concretas que reflejen su capacidad de respuesta ante el progresivo deterioro de la situación económica en Euskadi. Para ello, el lehendakari va a acotar un plazo de 100 días dentro del marco general de su programa general de legislatura en los que quiere aplicar una batería de medidas concretas que impulsen la economía y ayuden a la generación de empleo, según conoció ayer este diario.

Desde el inicio de su mandato, Urkullu ha venido insistiendo en la gravedad de la crisis y en la consiguiente necesidad de acometer respuestas concretas. En ese marco debe inscribirse este plan urgente, donde aspectos como la atención al empleo juvenil y las ayudas financieras a las empresas serán dos de los principales referentes.

En el entorno de Lehendakaritza se da una especial importancia a este plan de acción de 100 días en el ámbito del impulso económico por cuanto refleja una prioridad “absoluta” dentro de la acción de gobierno. De hecho, en su discurso de hoy, no se esperan más novedades inmediatas que las derivadas precisamente de las medidas que Urkullu detalle para el corto plazo de los próximos 100 días. Junto a la apuesta por la recuperación económica, el proceso de paz y convivencia y el nuevo status político volverán a ocupar su espacio. Estos dos últimos pivotes de su programa de legislatura tienen una relación directa con la ambición del lehendakari de alcanzar los denominados acuerdos de país y donde quiere contar con las “cuatro sensibilidades” representadas en el Parlamento como dijo el pasado lunes.

Urkullu profundizará también en el pacto de estabilidad que desbrozó el pasado lunes durante su discurso en la Tribuna Euskadi. Será ahora la ocasión para divisar las bases sobre las que quiere alcanzar este acuerdo para el que ha invitado específicamente a PSE y PP, y del que excluye a EH Bildu por entender que proyecta un modelo socioeconómico muy distinto al que defiende el actual Gobierno vasco, y a UPyD por su rechazo al sistema del autogobierno.

Cuando inste a este pacto, el lehendakari ya cuenta con las primeras sensaciones que su idea ha provocado en los supuestos compañeros de viaje. Pero la evidente frialdad mostrada sobre todo por parte de los socialistas —los únicos que le garantizarían la mayoría absoluta en este hipotético escenario—, no le hará variar de opinión. Según un portavoz de Ajuria Enea, “las reacciones que se han escuchado eran las previsibles”.

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Además, el Gobierno trabaja con la idea de “hay tiempo” para ir sedimentando la fórmula del pacto de estabilidad. “No estamos hablando de un proyecto a quince días vista ni a dos meses”, advirtieron ayer fuentes de Lehendakaritza, para así rebajar la tensión anímica que ha provocado en PNV y PSE el proceso de negociación en torno a los Presupuestos, aunque desde entonces no se han producido contactos entre ambas partes.

En el Ejecutivo, a su vez, trabajan con la idea de que “el día a día” del Parlamento irá recomponiendo un nuevo clima entre nacionalistas y socialistas. “Va a haber temas en los que iremos votando conjuntamente como las iniciativas relativas a la paz y no se trata de forzar ningún pacto con urgencia de tiempo”, reiteran. De hecho, el otoño podría ser un horizonte sobre el que situar este pacto de estabilidad y que guardaría relación con los primeros apuntes del presupuesto del próximo ejercicio.

Eso sí, en el PNV conceden especial importancia al trabajo conjunto iniciado con el PSE en materia de fiscalidad, que se encuentra bloqueado desde la pasada Semana Santa. “Hay acercamiento en algunos puntos” entre los dos equipos de trabajo creados, según el Gobierno, aunque entienden que la apuesta política del PSE-EE con los Presupuestos “ha impedido avanzar”.

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