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Trece años de cárcel para un hombre que asesinó a su mujer en Vallecas

Deberá indemnizar con 200.000 euros a la hija de ambos y con 31.600 a los padres Tras el crimen, el agresor, de origen ecuatoriano y nacionalidad española, trató de suicidarse

Traslado del cuerpo de la mujer asesinada en mayo de 2011.
Traslado del cuerpo de la mujer asesinada en mayo de 2011.Claudio Álvarez

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 13 años de cárcel a un hombre, ecuatoriano y nacionalizado español, que el 8 de mayo de 2011 asesinó a su mujer en el domicilio que ambos compartían en el distrito de Puente de Vallecas, en la capital. Tras el crimen, el hombre trató de quitarse la vida. El asesino, Segundo Eulogio C. P., de 39 años, deberá pagar además una indemnización de 200.000 euros a la hija de la víctima y 31.600 euros a los padres de ella.

El jurado popular ha condenado al autor del crimen por un delito de homicidio con el agravante de parentesco y atenuante de arrebato y ha considerado que no hubo ensañamiento. La Fiscalía solicitaba 18 años de prisión por un delito de asesinato con el agravante del parentesco, mientras que el abogado de la familia de la fallecida reclamaba 25 años de prisión.

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El acusado contrajo matrimonio con la víctima el 13 de agosto de 1993 y tuvieron una hija en marzo de 1994. El 8 de mayo de 2011, sobre las cuatro y media de la tarde, el procesado mantuvo una discusión con su esposa quien, ante el aumento de la agresión verbal de su marido, salió al balcón a pedir auxilio. Según un testigo, el procesado le dio alcance y le arrastró de los pelos hacia el interior de la vivienda. Allí, sacó un cuchillo que llevaba escondido en sus ropas y la degolló.

Las personas que estaban en la calle y algunos residentes llamaron a los servicios de emergencia. Al lugar acudieron dos dotaciones de la Policía Municipal de Madrid, que avisaron a los bomberos, que se encargaron de tirar abajo la puerta blindada de la vivienda. Mientras lo hacían, oían al hombre en el interior del piso.

Cuando la policía logró entrar, encontraron a la mujer tirada en el salón en medio de un charco de sangre con el cuello seccionado. Al lado se encontraba el agresor, que había utilizado la misma arma para cortarse el cuello, pero solo se había seccionado las vías aéreas. Estaba inconsciente y caído en el suelo. Los médicos lograron estabilizarle y lo trasladaron al hospital Gregorio Marañón, donde quedó ingresado muy grave con custodia policial.

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