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El Ayuntamiento se replantea el cierre del centro de artes visuales de Can Felipa

Trias condiciona el traslado a que haya acuerdo previo de vecinos y usuarios

Tras dos semanas de intensas movilizaciones la plataforma Salvem Can Felipa ha conseguido prácticamente su objetivo: mantener abierto el centro de artes visuales en el espacio que ocupa con excelentes resultados desde hace 13 años. Ayer, durante la sesión de control en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona, el líder del grupo socialista, Jordi Martí, hizo llegar a Xavier Trias las reivindicaciones del mundo del arte catalán y de los vecinos de Poblenou y su voluntad de salvar un espacio clave para la entrada de los artistas jóvenes en el circuito de galerías, museos y centros de arte. “Este programa no marchará”, aseguró ayer el alcalde y añadió que “si hay un acuerdo de todos para ir a otro lugar se hará”.

“Trias aceptó el ruego, con el matiz de que debe haber previo acuerdo con vecinos y usuarios. Un acuerdo que se demostrará en la reunión del 6 de mayo con Eduard Freixedes, el regidor del distrito y las Asociaciones de Vecinos y Entidades del barrio, que apoyan la continuidad del centro y nunca pidieron el espacio por sus necesidades, como se dijo en un primer momento”, explica la comisaria Amanda Cuesta, vecina de Poblenou, que se ha encargado de articular la plataforma junto con Juan Canela, también comisario y Martina Millà, responsable de programación de la Fundación Miró.

Todos ellos se dieron cita la tarde del jueves, en la que fue probablemente la inauguración más concurrida de toda la trayectoria de Can Felipa. Artistas, comisarios (Jorge Luís Marzo, David Torres, Montse Badía…) y directores de centros (Oriol Gual de La Capella, Oscar Abril de L’Estruch, Ramón Parramón del ACVic, Tere Badía de Hangar…), acudieron en masa para inaugurar ¿Qué hay de nuevo viejo?, resultado de la que debía ser la última convocatoria de un centro que, con el exiguo presupuesto de 30.000 euros, consigue realizar tres muestras anuales, a través de cuatro convocatorias abiertas: dos para comisarios, una para artistas y una para la comunicación gráfica de las tres exposiciones. La muestra actual, abierta hasta el 29 de junio, reúne obras de siete artistas, casi todos a su primera salida pública y permite comprobar que las instalaciones de Can Felipa son, con diferencia, las mejores del circuito barcelonés para creadores emergentes.

A pesar de que la coordinadora del centro, Joana Hurtado, había conseguido la autorización para llevar a cabo los compromisos ya adquiridos —lo cual significaba aguantar hasta finales de año—, los ánimos estaban encendidos. “Estamos acostumbrados al cinismo de las instituciones, pero esta es una verdadera agresión, una escalada de provocaciones. ¿Por qué cerrar una sala consolidada, enraizada en el barrio, unánimemente apreciada y que además supone un gasto mínimo?”, se preguntaba Javier Peñafiel, que actualmente expone en la galería Joan Prats. Gerardo Peral, director de ArtAids y Joana Cera, mención de honor del Premio Ciudad de Barcelona de artes visuales, coincidían “en que no se debe cerrar una de las puertas más eficaces para la entrada de los artistas noveles en el circuito”. Según Laurence Rassel, directora de la Fundación Tàpies, además “es importante que las incubadoras de artistas estén dentro de los barrios”. El director de Promoción de los Sectores Culturales, Llucià Homs no quiso hacer valoraciones, pero su prolongada presencia en la sala dejaba presagiar la benevolencia que demostraría el alcalde en el plenario.

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