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El Gobierno central reduce al mínimo las inversiones eléctricas en Cataluña

La MAT copa más del 50% de los fondos para instalaciones que escapan a los recortes

Dani Cordero
Torres de la línea de muy alta tensión cerca de Taradell.
Torres de la línea de muy alta tensión cerca de Taradell.Joan Sánchez

El Ministerio de Industria ha ordenado un fuerte recorte de las inversiones eléctricas proyectadas en Cataluña para los dos próximos años. Apenas la interconexión eléctrica con Francia se ha salvado de la quema en un plan que afecta a toda España y que, según la compañía Red Eléctrica (REE), supondrá la ejecución de solo el 15% de las inversiones pendientes del plan 2008-2016. Muchos proyectos que la Generalitat considera claves para dar plenas garantías al suministro en Barcelona o para evacuar la energía de sus parques eólicos se quedan a la espera de la nueva planificación que apruebe el Ejecutivo central, lo que engrosa todavía más la lista de infraestructuras pendiente que arrastra Cataluña.

La línea de muy alta tensión (MAT) no está afectada. Ya sea por los retrasos históricos que acumula, porque está en plena ejecución (su puesta en marcha está prevista para finales de 2014) o porque depende de inversiones españolas, francesas y comunitarias, la línea de 400 kilovoltios (kV) forma parte del listado de “instalaciones críticas” que no se dilatarán más en el tiempo. De momento, las obras están en marcha y está a punto de acabarse el túnel de 8,5 kilómetros que permite cruzar los Pirineos por el Pertús, en paralelo al otro túnel construido para el AVE.

Dos de los proyectos que se han salvado corresponden a la ampliación la línea de alta tensión de Ascó

La inversión total del complejo proyecto, en el que tuvo que intermediar la Unión Europea, es de unos 700 millones de euros y el consejero de Territorio, Santi Vila, ya avisó hace unos días que sus acumulados retrasos han frenado el desarrollo de la línea de alta velocidad entre Barcelona y Figueres, ya que dos de las subestaciones eléctricas (vinculadas a la MAT) que le tienen que dar energía están todavía pendientes.

REE invirtió el pasado año en Cataluña 160 millones de euros y el grueso fue destinado a la interconexión eléctrica. Ocho de las 15 instalaciones salvadas por el ministerio para el bienio 2013-14 corresponden a la MAT. Dos más obedecen a una operación para ampliar la línea de alta tensión de Ascó y diversificar así los riesgos de distribución en la zona. Se prevé también potenciar la línea del pantano de Moralets (en la frontera de Cataluña y Aragón) y tirar un nuevo cable que conecte las dos plantas de ciclo combinado del Besòs con la red de Santa Coloma de Gramenet. Y eso es casi todo respecto a nuevas inversiones.

La lista negra de proyectos inciertos es mucho mayor. Uno de los más importantes que se caen es la línea de 400 kilovoltios que debe unir Viladecans, Sant Just Desvern y Santa Coloma de Gramenet por la cara interior de la sierra de Collserola. El proyecto tiene muchas probabilidades de topar en su fase de diseño con la oposición social y municipal, pero según el Ministerio es “imprescindible” para garantizar el suministro eléctrico a Barcelona, ya que la ciudad quedaría rodeada por una anilla eléctrica que reduciría los riesgos en caso de averías.

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Un proyecto que cae es la línea que debe unir Viladecans, Sant Just Desvern y Santa Coloma de Gramenet

Otro de los proyectos afectados estaba ya en tramitación. Es la línea Escatrón-Els Aubals-La Selva-La Secuita, entre Cataluña y Aragón, para la que se preveía una inversión de 140 millones. Este tendido debe permitir la evacuación de la electricidad generada en los parques eólicos situados en su zona de influencia. También afectarán al desarrollo de energías renovables la construcción de tres subestaciones eléctricas en Ivorra, Maials y L’Espluga. Y otra línea polémica, la denominada autopista eléctrica entre Isona-Graus (400 kV), también cae del calendario de trabajos de REE.

La causa de los recortes no son otros que los recortes provocados por la demanda de electricidad, que lleva meses acumulando caías consecutivas, y el déficit de tarifa, el saldo siempre negativo entre el coste de la distribución eléctrica y el precio final. Mientras no mejoren las expectativas de crecimiento, el ministerio considera que se pueden frenar las inversiones. Al menos hasta que presente el plan 2012-2020, en fase de borrador desde 2010.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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