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Saura se despide de la dirección de ICV con una autocrítica del tripartito

“Teníamos el Gobierno, pero no el poder”, asegura el exconsejero de Interior de la Generalitat Dolors Camats llama a redoblar el activismo político de los ecosocialistas

Joan Saura, Joan Herrera y Dolors Camats, en la asamblea de ayer de Iniciativa.
Joan Saura, Joan Herrera y Dolors Camats, en la asamblea de ayer de Iniciativa.Toni Albir (Efe)

Joan Saura se despidió ayer de la presidencia de Iniciativa per Catalunya (ICV) con un discurso insólito en el que admitió sin reparos varios errores en los gobiernos de izquierda de Pasqual Maragall y José Montilla entre 2003 y 2010. “Teníamos el gobierno pero no el poder, porque las decisiones políticas que tomábamos no eran suficientes”, dijo Saura, ahora senador por designación del Parlament.

La ponencia política asume el Estado propio

De las 1188 enmiendas presentadas a la ponencia política, 232 se refieren al derecho a decidir. Los militantes de Iniciativa las tienen desde hace unos días, pero no se han colgado en la web de la coalición ni se dieron a conocer hasta ayer, algo que no sucede en el proceso congresual de otros partidos.

El destino final de las enmiendas ha sufrido cuatro desenlaces distintos. Las aceptadas son 109 y se refieren a matices semánticos sin trascendencia, como la sustitución de algún sustantivo o sinónimo. Después están las enmiendas que han sido rechazadas (31), como las que reclamaban, por ejemplo, suprimir la referencia a los llamados Países Catalanes o cambiar el término "conservador" por "burgués". Tampoco se ha aceptado, por poner otro ejemplo, otra enmienda de las juventudes de ICV que solicitaba la supresión de la expresión "orgullo de país".

Otras cautro enmiendas eran reflexiones que no irán a votación y finalmente queda el paquete de las enmiendas transaccionadas, las que han sufrido una evolución diversa y cuya aprobación deberá ser votada hoy en comisión o bien en el plenario del domingo. Tres de ellas, por ejemplo, aluden a la pluralidad política de la formación, en la que convive el federalismo plurinacional, el modelo confederal o los defensores de la plena independencia. Ese redactado no se ha tocado, pero si se ha modificado el redactado final, de manera que el texto original finalizaba con "diferentes sensibilidades, pero una sola política basada en el derecho a decidir". El texto aprobado dice: "Desde la diversidad compartimos una misma política basada en el ejercicio del derecho a decidir y el Estado propio".

Durante la exposición del informe de gestión ante la X Asamblea de ICV que se inició en Viladecans (Baix Llobregat), Saura aseguró que “funcionaron” las políticas de diversos departamentos, pero falló “el relato” de lo que hacía el gobierno. “No hubo un relato compartido”, apostilló Saura, quien fue incluso más allá y reconoció que cada partido (PSC, Esquerra e ICV), “decía cosas a veces contradictorias”.

En opinión de Saura también falló la política comunicativa. “La perdimos desde el primer momento”, dijo, y admitió que su nombramiento como consejero de Interior y su gestión provocó “tensiones” en Iniciativa, por aquello de que los excomunistas no podían mandar la policía. Con todo, defendió su legado por la instalación de las cámaras en las comisarías de los Mossos d’Esquadra, el código ético de la policía o la persecución de la violencia machista, frente a lo que calificó como el “bienio negro” de Felip Puig, su sucesor.

El exconsejero dijo que con el tiempo se podrá valorar mejor aquella etapa de siete años en que las izquierdas gobernaron la Generalitat, a pesar de las discrepancias que tenían los ecosocialistas con el PSC y Esquerra y que Saura concretó en las políticas de sostenibilidad y la Ley de Educación de Cataluña impulsada por Ernest Maragall que no apoyó ICV, pero sí Convergència i Unió. Saura también pronosticó que cuatro años de gobiernos de Artur Mas van a provocar más déficit público en Cataluña que el resto de presidentes juntos desde la restauración en democracia de la Generalitat.

En su último discurso político de relevancia después de 13 años como presidente de Iniciativa, Saura también aludió a la “confrontación” con Esquerra Unida y Alternativa, la otra alma de la coalición electoral nacida de la escisión del PSUC. Aquel enfrentamiento está superado, dijo Saura, y buena culpa de ello la tiene Jordi Miralles, el exdirigente de EUiA.

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Al contrario de lo que ocurre con los nuevos dirigentes de ICV, Saura se refirió en diversas ocasiones al PSUC y dijo que otro de los avances era haber acabado con las “reticencias” existentes entre ambas formaciones. “Hace falta preservar la actual situación”, dijo Saura y recordó las “peleas” endémicas y escisiones de los antiguos eurocomunistas.

Dolors Camats, por su parte, reivindicó el papel de Iniciativa en las luchas contra los recortes sociales de la Generalitat y la necesidad de impulsar el “activismo” político, con ese mensaje que caracteriza a la actual Iniciativa y que resume el lema de su cónclave: “Juntos podemos cambiarlo todo”.

La estrategia de la actual dirección pasa por construir una alternativa al Gobierno de CiU en la que quieren implicar al PSC, pero sin que los socialistas se den por aludidos en esa tarea conjunta y hayan optado por esperar a que el desgaste pase factura a los nacionalistas. “Iniciativa no es suficiente, pero sí imprescindible para construir la alternativa”, dijo Camats, que en ningún momento aludió a los socialistas ni a Esquerra Republicana para poder reeditar la fórmula del tripartito. Si habló, por el contrario, de “ensanchar la revuelta pacífica para construir un nuevo proyecto”.

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