_
_
_
_
_

Botella cambia la norma para poner calles a personas sin relación con Madrid

La nueva ordenanza prevé además que este honor se pueda conceder a personas vivas El PP defiende dar el nombre de una vía a Thatcher por su “europeísmo”

El Ayuntamiento de Madrid aprobará la semana que viene la nueva ordenanza de denominación de vías y espacios urbanos, que prevé dejar en mano del Gobierno municipal la potestad de bautizar calles, quitándosela así al Pleno (en el que están representados todos los grupos políticos). Además, elimina el requisito de que la persona homenajeada tenga vinculación con la ciudad, y certifica que ni tan siquiera debe estar muerta para merecerlo. La oposición en pleno se ha opuesto a la norma elaborada por el área de Las Artes.

La nueva ordenanza moderniza, entre otras, una norma que data de 1948, y se adapta a las disposiciones de la Ley de Capitalidad aprobada en 2006 por el PSOE. El Gobierno municipal (en manos del PP desde hace 24 años) se ha apoyado precisamente en esa ley para justificar que la aprobación de los nombres de calles y espacios urbanos sea de su competencia en vez de recaer en el Pleno (donde están presentes también el Partido Socialista, Izquierda Unida y Unión Progreso y Democracia).

Más información
Madrid pone calle a Margaret Thatcher
167 calles de Madrid conservan nombres asociados al franquismo
Ana Botella estrena blog con una loa a Margaret Thatcher
El Foro por la Memoria retira la placa de la calle hermanos García Noblejas
Manuel Fraga tendrá calle en Madrid con el voto en contra de IU
Jordi Solé Tura tendrá calle en Madrid
Vidal Beneyto tendrá una calle en Madrid
Una calle de Carabanchel ya tiene el nombre de Salvador Allende
De Doctor Vallejo Nájera a calle Contra la Impunidad
La cabeza del cura y el ramo de Morral

El secretario general técnico de Las Artes, Pablo Puyal, ha defendido que el debate se iniciará en los distritos, en los que están representados todos los grupos; y ha señalado que la ordenanza permite al Pleno proponer nombres. La concejal Patricia García (UPyD) ha pedido que pueda ser cualquier concejal del distrito, y no su presidente (que pertenece siempre al partido en el Gobierno), el que inicie el procedimiento.

La concejal de Izquierda Unida Milagros Hernández ha abogado por incorporar a los ciudadanos al proceso de elección de nombres, dejando en cualquier caso la decisión final al Pleno, y no a la Junta de Gobierno. Han coincidido con ella tanto la socialista Ana García d’Atri como Patricia García (UPyD). Hernández ha pedido además que la decisión requiera de unanimidad de todos los grupos, y que se constituya una comisión que elabore un catálogo de calles cuyo nombre se vean afectados por la Ley de Memoria Histórica.

Pablo Puyal (PP) ha respondido que, si bien el consenso es "deseable", no se puede "imponer en una ordenanza". Ha explicado que no se incluye como requisito la unanimidad poniendo como ejemplo una calle que atraviese más de un distrito: "Un solo concejal de uno de ellos podría bloquear la iniciativa”. Para estos casos, la ordenanza prevé que sea el distrito en el que nace la calle el que inicie el procedimiento, pero exige que el resto también apoye la propuesta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Respecto a los criterios para la asignación de nombres, la nueva ordenanza prohíbe usar nombres que "puedan inducir a error, sean malsonantes, provoquen hilaridad o sean discriminatorios". Además, apuesta por "mantener los ya consolidados por el uso habitual", de forma que los cambios se adopten sólo "por imperativo legal, exigencias urbanísticas, o para hacer desaparecer duplicidades".

Esta cláusula cierra la puerta a la eliminación de nombres como la plaza de Arriba España o calle de los Caídos de la División Azul, solicitada por el Partido Socialista en el último pleno, y que se encontró con la negativa del delegado de Las Artes, Fernando Villalonga, entre otros motivos porque el cambio de nomenclatura provocaría molestias a los vecinos (tendrían que cambiar su DNI, etcétera).

Se incluye en la nueva ordenanza la prohibición de utilizar nombres de personas vivas, "salvo que de manera excepcional así se considere por su extraordinaria relevancia". Esta cláusula ha sido justificada por el PP como salvaguarda para espacios designados ya, por ejemplo, en honor del Rey o el Príncipe de Asturias. "Prohibirlo categóricamente sería excesivo", ha explicado Puyal.

Sin embargo, tal y como ha recalcado la socialista Ana García d’Atri, tiene un alto grado de subjetividad y, por tanto, de discrecionalidad. Por ejemplo: ¿merece Nelson Mandela una calle "por su extraordinaria relevancia" pese a seguir vivo? La concejal socialista sostiene que esta disposición "abre la puerta a otorgar calles a políticos contemporáneos", fomentando la politización del callejero.

Alguien podría alegar que Nelson Mandela, pese a su indudable relevancia internacional, carece de ligazón con la ciudad como para merecer dar su nombre a una calle. Hasta ahora, eso era un requisito imprescindible. Con la nueva ordenanza, se elimina, tal y como ha criticado toda la oposición. La aprobación de esta norma se lleva a cabo además en paralelo a la iniciativa del PP de otorgar una calle a la exprimera ministra británica Margaret Thatcher, que la oposición ha criticado precisamente por carecer de vínculo directo con Madrid.

El PP ha defendido la asignación de una calle a Thatcher por su espíritu "europeísta", que "consolidó el proyecto europeo", y por su "decisivo apoyo a la democratización de varios regímenes dictatoriales", en alusión a países comunistas del telón de acero y a Argentina.

Los tres grupos de la oposición se han pronunciado en contra, principalmente por no encontrar vínculos de la ex mandataria, fallecida la semana pasada, con Madrid. "Queremos que las calles generen señas de identidad en las que se reconozcan los madrileños", ha explicado el socialista Gabriel Calles. Milagros Hernández ha pedido al PP que no use el callejero como "un cortijo", se ha colocado del lado de los mineros que se plantaron ante Thatcher en los años ochenta, y ha considerado más adecuado poner una calle al periodista José Couso (asesinado durante la guerra de Irak por un tanque estadounidense). Patricia García ha puesto en duda, además, el supuesto carácter europeísta de Thatcher.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_