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Mas encarga el diseño de un Estado catalán

La Generalitat pide informes a catorce académicos y personalidades sobre cómo hacer la consulta y garantizar la defensa y la economía de una Cataluña independiente

¿Cómo se relacionará con Europa la Cataluña independiente? ¿Y con España? ¿Qué fuentes de energía tendrá y cómo las pagará? La Generalitat ya trabaja activamente en dar respuesta a estas preguntas, convencida del éxito del proceso soberanista que impulsa el presidente catalán, Artur Mas. Un grupo de 14 académicos recibió ayer el encargo de dibujar las estructuras de ese Estado, desde las fuentes energéticas que tendría una Cataluña desvinculada de España hasta cómo estructurará su sistema de defensa, su seguridad social, su sistema impositivo o las pensiones.

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Un Artur Mas en horas bajas convocó ayer por primera vez al organismo que ha denominado Consejo Asesor para la Transición Nacional, para que elabore una veintena de informes durante este año. El primero de ellos estará dedicado a diseñar el camino legal y político para celebrar la consulta de autodeterminación que en su día pactó con Esquerra Republicana y que el Gobierno de Mariano Rajoy ha prometido combatir con todos los medios.

El consejero de la Presidencia, Francesc Homs, enumeró varios de los informes que han sido encargados a los miembros del consejo asesor, dejando claro que “el punto de partida es poder organizar algún día una consulta y lograr que Cataluña disponga de un Estado propio”.

De esta forma, en el ámbito económico se pedirá a los expertos que elaboren un documento para diseñar cómo se tendrían que repartir España y Cataluña los “activos y los pasivos”. O sea, el patrimonio y las deudas del actual Estado español.

Hace tiempo que los nacionalistas catalanes defienden que una eventual independencia supondría que Cataluña tendría que cargar con parte de la actual deuda del Estado, pero también con parte de su patrimonio, desde infraestructuras hasta museos nacionales.

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“Si tenemos que pagar parte de la deuda, también nos tocará parte del Museo del Prado, ¿no?”, suelen bromear los nacionalistas. Sobre este punto, Homs detalló que se estudiará cómo deberían repartirse los activos de FOGASA, el organismo del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales que garantiza a los trabajadores la percepción de salarios, indemnizaciones por despido, pendientes de pago por insolvencia o concurso de acreedores de las empresas. Otro informe hará referencia a la Seguridad Social y al sistema impositivo que debería garantizar la viabilidad económica y de las prestaciones del futuro Estado. La Generalitat tampoco descuidará detalles como el suministro energético, por lo que estudiará las fuentes de abastecimiento del futuro Estado. Además, los asesores de Mas definirán cómo se estructuraría la defensa, la oficialidad o cooficialidad de lenguas e incluso cuestiones como si sería posible tener la doble nacionalidad.

Una tarea en tres fases

La primera labor del Consejo Asesor para la Transición Nacional será un informe dedicado exclusivamente a la organización de la consulta de autodeterminación, que se entregará a la Generalitat antes del próximo verano.

En una segunda fase los académicos diseñarán cómo sería el proceso de separación de Cataluña respecto a España y cómo se repartirían las deudas y el patrimonio.

La tercera fase definirá cómo debería ser la estructura económica del nuevo Estado, su defensa, fuentes de energía y relaciones exteriores.

Formado mayoritariamente por académicos y presidido por el exmagistrado del Tribunal Constitucional Carles Viver Pi-Sunyer, el Consejo para la Transición Nacional tiene la función de asesorar al Gobierno catalán en los pasos a seguir para convocar la consulta de autodeterminación y para construir las denominadas estructuras de Estado. Estos expertos no cobrarán ni sueldos ni dietas, según ha dejado claro el Gobierno, y su trabajo lo evaluará sistemáticamente el departamento de Presidencia.

El encargo a los expertos —escritores, politólogos, economistas y juristas— llega justo en el momento más bajo de la popularidad de Artur Mas; tras dos años de recortes, sin apoyos claros para aprobar los Presupuestos y con las finanzas de la Generalitat intervenidas en la práctica por el Gobierno central.

El Gobierno catalán se esforzó en dejar claro que la puesta en marcha de este consejo asesor no es una suerte de huida hacia adelante, sino fruto de un proceso meditado. “Este Gobierno está comprometido con el Estado propio para Cataluña”, dijo Francesc Homs, tras la primera reunión de los asesores. Ciutadans pidió a la justicia que aborte la constitución de este consejo asesor. El Tribunal Superior de Cataluña ha admitido a trámite la petición, pero rechazó la suspensión urgente.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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