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Pelea entre escaños

Ciutadans y la CUP se enzarzan en una dura discusión por los escraches

El diputado de la CUP, David Fernàndez, en el Parlament, ayer.
El diputado de la CUP, David Fernàndez, en el Parlament, ayer.Toni Albir (EFE)

Los diputados del Parlament siempre se habían jactado de tener un comportamiento impecable en la cámara catalana. En el país del seny y la rauxa, la cortesía parlamentaria se imponía por norma a los gritos que, por ejemplo, se pueden ver en ocasiones en el Congreso. Pero algo está cambiando en Cataluña, y los debates en el Parlament cada vez se vuelven más broncos. La sesión que se cerró ayer se saldó con dos contundentes rifirrafes, entre acusaciones de amenazas y gritos de escaño a escaño. El primero, el miércoles, se debió a una confusión verbal entre Santi Rodríguez, del Partido Popular, y David Fernández, de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP). El segundo episodio, más encendido, sucedió ayer entre Jordi Cañas, portavoz de Ciutadans, y el diputado de la CUP Quim Arrufat.

El rifirrafe entre ambos parlamentarios fue una de las imágenes más broncas que se recuerdan en el Parlament. Era el último punto del pleno, sobre un tema de especial actualidad: una moción sobre el cumplimiento de las sentencias judiciales sobre la inmersión lingüística.

Los diputados de Ciutadans llegaban al debate especialmente molestos por una protesta organizada por la CUP de La Garriga (Vallès Oriental): un escrache frente a la vivienda de Albert Rivera. Incluso Cañas había iniciado una campaña en Twitter para apoyar al líder de Ciutadans, con la etiqueta #todossomosAlbertRivera.

Lejos de echarse atrás, Arrufat defendió con contundencia en el estrado el escrache contra Rivera, al entender que esa acción es una protesta “legítima” contra una formación que describió así: "Es una mezcla entre el ministerio fiscal, Intereconomía, y la inquisición del siglo XXI", resumió el diputado de la CUP. 

Los reproches de Arrufat calentaron los ánimos, y cuando subió a su escaño fue increpado por varios diputados de Ciutadans. Arrufat, en el pasillo, les respondió: "Id acostumbrándoos que habrá más". En ese momento Cañas subió el tono, y fue reñido por De Gispert. Indignado porque la presidenta le afeaba su actitud, y no las palabras de Arrufat, el portavoz de Ciutadans pegó un golpetazo, se puso de pie, y se encaró a gritos con la democristiana desde su escaño. “Lo echaré”, le amenazó la presidenta de la cámara.

La trifulca se produjo en pleno debate. Al acabar las intervenciones, Arrufat intervino por alusiones: acusó a Ciutadans y a PP de ver ataques donde no los hay y negó que la CUP quiera amedrentar a los grupos: “"Hay una voluntad de dos grupos de esta cámara de intentarnos adjudicar amenazas y violencia. En ningún momento hemos querido amenazar a nadie”, cerró el diputado.

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Las referencias al PP vino por otra agria discusión que se produjo el miércoles, entre David Fernández (CUP) y Santi Rodríguez (PP). En otro bronco debate, sobre los casos de espionaje, la CUP sacó a colación los papeles de Bárcenas, en palabras de Fernández dirigidas a Rodríguez: “Vigile que no le caiga ningún sobre”. El diputado entró en cólera, ya que entendió, en catalán: “Vigile que no le caigan encima”. Rodríguez pidió ampara a gritos a la presidenta del Parlament, que no le dejó responder. El diputado de la CUP, visiblemente molesto, se dirigió hasta el escaño del popular para aclararle el malentendido, en un gesto que asustó a la líder del PP, Alicia Sánchez-Camacho. En esta ocasión, la trifulca acabó civilizadamente: cuando Rodríguez se percató de su confusión, pidió disculpas a Fernández.

CiU y PP se unen para defender la reforma laboral

La alianza entre Convergència i Unió y el Partido Popular está prácticamente extinguida, salvo en algunos momentos puntuales en los que ambos partidos salen en defensa de sus antiguos pactos. Ayer se dio el caso en la moción sobre empleo que presentó el Partit dels Socialistes. CiU y PP unieron sus votos para evitar que prosperase un punto que pedía derogar la reforma laboral, votada por ambos en el Congreso.

El PSC logró que tiraran adelante otros puntos de su extensa moción, dividida en 19 apartados. Entre otros, el Parlament instó al Gobierno a aprobar una ley de empleo en Cataluña y un plan de choque contra el paro juvenil. Todos los grupos votaron otro de los puntos que expresaba el apoyo para trabajadores de 15 empresas en proceso de Experdiente de Regulación de Empleo (ERE).

La situación de los medios públicos se trató en otra moción. Los votos de CiU, ERC, PSC, ICV y la CUP sirvieron para tirar adelante una moción que pedía “garantizar el presupuesto suficiente” para los medios públicos. Aunque el texto evita censurar explícitamente los recortes que quieren materializarse en los Presupuestos de 2013 sobre TV-3, Catalunya Ràdio, y la ACN. Los trabajadores de la agencia pública, en plena discusión sobre su proceso laboral, contaron con el apoyo de algunos diputados, que lucieron en sus solapas pegatinas solidarias con la ACN. David Fernández, de la CUP, se puso una camiseta de protesta.

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