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Inhabilitado un jefe policial de Sevilla por detención ilegal en un accidente de tráfico

La Audiencia de Sevilla le impone al inspector ocho años de inhabilitación y una multa de 876 euros

La Audiencia de Sevilla ha condenado a ocho años de inhabilitación al jefe del Grupo de Homicidios de la policía por ordenar a sus compañeros la detención ilegal de un conductor con el que había tenido un incidente de tráfico, a quien llegó a romper la ventanilla del coche y exhibir su arma reglamentaria. Además, los jueces han multado con 876 euros al inspector del Cuerpo Nacional de Policía.

Los hechos ocurrieron a las 15.30 del 6 de octubre de 2009, cuando el acusado Juan José Borrero conducía su motocicleta vestido de paisano y tuvo un incidente de tráfico entre varios vehículos. Poco después, cuando circulaba por la autovía A-49 en dirección a Sevilla, el acusado oyó un claxon y pudo ver por el espejo retrovisor a uno de los coches que intervinieron en el incidente, por lo que pasó al carril de su derecha para dejarle la vía libre.

Después de que el coche, conducido por José Miguel V. L., hubiera adelantado a la motocicleta que conducía el acusado, este empezó a hacer señales con la mano para que parara, por lo que el conductor detuvo el coche en el arcén. “La has cagado, soy policía”, dijo el acusado al conductor, si bien no le mostró identificación alguna, ni le exhibió la placa, ni le dijo su número de carné profesional, según la sentencia. Tras una discusión verbal entre ambos, el acusado realizó una llamada al 112 para que se personara en el lugar una patrulla.

Cuando José Miguel V. L. se subió a su coche para irse del lugar, el policía se puso delante para impedir que se fuera, sacó su pistola y tras dirigirse con ella a la ventanilla del conductor rompió el cristal, abrió la puerta, agarró al hombre por la corbata y “lo sacó violentamente del coche”.

Entonces el inspector llamó al Grupo de Homicidios del que formaba parte, dio cuenta de su versión de los hechos y pidió los servicios de sus compañeros, quienes acudieron al puesto de la Guardia Civil al que fue trasladado el conductor del vehículo para practicarle una prueba de alcoholemia. Dos policías detuvieron al conductor y le trasladaron a la Jefatura Superior, donde pasó la noche en calabozos.

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