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El PSC reclama a Mas “un giro de 180 grados” para entrar en el Gobierno

Los socialistas exigen a CiU un aplazamiento de la agenda soberanista

Mas, en la inauguración de una cooperativa agrícola
Mas, en la inauguración de una cooperativa agrícola jordi bedmar

Los socialistas catalanes no están por ser el recambio de Esquerra Republicana para que Artur Mas siga gobernando en Cataluña. El PSC considera que la distancia que les separa de los nacionalistas “es muy grande”, y exigen del presidente de la Generalitat “un giro de 180 grados” para apoyar los Presupuestos de la Generalitat, en primer lugar, y para empezar a hablar después de entrar en un Gobierno con CiU.

“Si no hay un cambio de rumbo, que no cuenten con el PSC”, dijo ayer Pere Navarro, primer secretario de los socialistas catalanes. Y eso se traduce en un “aplazamiento” de la agenda soberanista pactada con ERC y que se dé prioridad a las políticas sociales. Es decir, a la defensa de los servicios públicos de la enseñanza y la sanidad, al pago de la deuda a las entidades del tercer sector y a aprobar políticas activas de empleo, con un plan específico para los parados de larga duración.

La lectura que hizo Navarro es que en Cataluña “no hay gobernabilidad ni estabilidad ni rumbo, más allá de un proyecto de separación”. Así las cosas es difícil el acuerdo del PSC con CiU, porque los nacionalistas “se dedican a montar estructuras de Estado, como el Consejo Nacional de Transición, sin haber consultado primero a los catalanes”, dijo Navarro.

“Que no cuenten con nosotros sin un cambio de rumbo”, dice Pere Navarro

Los socialistas no renuncian a que se celebre un referéndum o consulta, pero reiteran que ha de pactarse con el Gobierno de Mariano Rajoy, como va a suceder en Escocia el 2014 o como ya ha ocurrido en Quebec en dos ocasiones. Mientras llega el acuerdo, el PSC cree que lo importante es gobernar para salir de la crisis y que la Generalitat tiene capacidad para actuar pese a las imposiciones de déficit público del Gobierno del PP y la Unión Europea.

Navarro quiso sacudirse la presión que en los últimos días está recibiendo el PSC de los poderes económicos de Cataluña para que haga un ejercicio de sensatez y reconduzca la deriva soberanista de CiU. El líder del PSC recordó que los nacionalistas y ERC firmaron hace tan solo tres meses un pacto de estabilidad parlamentaria y que les corresponde a ellos “sacar a Cataluña del pozo” en el que se encuentra.

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Navarro insistió en que CiU no ha hecho a los socialistas una oferta formal de entrar en el Gobierno, aunque ambos partidos mantienen conversaciones sobre cuestiones como la futura ley electoral catalana o medidas contra la corrupción. Tampoco se ha producido una oferta a los socialistas para hablar de los Presupuestos, pese a que Cataluña es la única comunidad autónoma que no los tiene aprobados. Y todos los sondeos para explorar el acuerdo sobre las cuentas han fracasado. “Cuando les planteamos nuestras exigencias, nos dicen que no hay margen”, explicó Navarro. Así las cosas, el escenario que prevé el PSC es esperar a que CiU presente su proyecto de Presupuestos en el Parlamento y replicar con una alternativa.

Mas pide “un cambio de ‘chip” a los partidos para que “la ola no nos pase por encima”

Mientras, Artur Mas sigue presionando a los socialistas para que se sumen al consenso. De paso, aumenta las llamadas a la responsabilidad a su teórico socio, ERC, que amenaza con hacerle la vida imposible con los Presupuestos de 2013.

Mas emplazó ayer a la “unidad” de los partidos catalanistas ante la “situación complicada, de emergencia y de supervivencia del autogobierno”, una expresión grave que ya empleó el miércoles. “Si no somos capaces de cambiar el chip y entendernos, nos pasará la ola por encima y no acabaremos de sobresalir como país”, alertó Mas. Un claro aviso a ERC, que, valiéndose de su condición de socio parlamentario de Mas, tensa la cuerda para adelantar la consulta soberanista, prevista para 2014. El mensaje de Mas es el que ha ido desgranando el Gobierno catalán desde la semana pasada: si no hay Presupuestos, no hay consulta.

Pero Oriol Junqueras sigue en la presión a CiU, y la subió un tono el jueves con la amenaza de vetar los Presupuestos aunque el déficit se relaje hasta el 1,5%. Unas palabras que dijo horas después de reunirse con Mas. Aunque el encuentro fue cordial, Junqueras decidió que era el momento de aumentar la presión en público: en privado, las negociaciones para los Presupuestos ya han empezado.

El presidente de Esquerra insistió ayer y giró el argumento de Mas. Para Junqueras, la consulta es más necesaria si cabe, para afrontar la recuperación económica.

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