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ERC salva a CiU de una crítica unánime a los 100 días de Gobierno

Solo los republicanos hacen un balance positivo de los primeros meses del ejecutivo

Todos los partidos de la oposición, menos Esquerra (ERC) hicieron un balance negativo de los primeros 100 días de gobierno del presidente Artur Mas. Los republicanos valoraron positivamente estos tres meses y coincidieron con CiU en afirmar que el acuerdo de estabilidad gubernamental, parafraseando a Mas, “progresa adecuadamente”. La republicana, Marta Rovira, remarcó que existe “un cierto cumplimiento ordinario del pacto” que no ha impedido criticar actuaciones que consideran negativas como el recorte de la paga extra a los funcionarios.

Rovira también pidió a Mas que abriera “la puerta del diálogo con el Estado” para pactar la consulta antes que éste la cierre. Según explicó, esta disposición a conversar no es un cambio de rumbo sino que responde a la primera fase del acuerdo de estabilidad firmado con CiU. Su opinión global no fue muy distinta a la expresada por el convergente Jordi Turull, que destacó que el Ejecutivo ha afrontado un momento “duro” sin “desviarse” de sus compromisos.

Mientras, tanto los socialistas como los populares invitaron a Mas a “reflexionar” sobre el rumbo que debe tomar el Gobierno a partir de ahora. Según el portavoz socialista, Maurici Lucena, el Ejecutivo no ha actuado de manera “seria” y debería dar un “giro copernicano” replanteándose qué socios debe tener para salir de la crisis. El portavoz popular, Enric Millo, urgió también a Mas a trabajar con este objetivo. Millo criticó que el presidente certificara en su discurso que “no habrá cambio de rumbo”. “Es una pésima noticia que confirma el peor de los presagios", apostilló el popular que hace unas semanas había acogido con esperanza la vía de diálogo abierta por Mas.

Los ecosocialistas realizaron un “balance pobre” de estos tres meses porque creen que el Gobierno catalán suspende básicamente en tres ejes: en la lucha contra la corrupción; el combate contra la crisis y no profundiza en el proceso del derecho a decidir. El líder de Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA), Joan Herrera, lamentó que el Parlament no lidere el proceso, y acusó a Convergencia i Unió de mantener una “política neoliberal”.

C's hizo un paso más que el resto de partidos. Su líder, Albert Rivera, pidió a Mas que dimita —“Que se vaya”, dijo— por ser el símbolo de la “fractura entre dos Cataluñas”. Y el diputado de la CUP, David Fernández, lamentó que Mas ha sido durante este tiempo “el gestor” de la canciller alemana Angela Merkel.

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