Barcelona acogerá la sede del programa de catástrofes de la ONU
Las oficinas serán en el pabellón de la Mercè, en el recito histórico del hospital Sant Pau
La resilencia es la capacidad de recuperarse de un trauma. En las ciudades, se refiere a sus medios para volver a la normalidad lo antes posible tras una catástrofe. Situaciones como la que vivió Nueva York, con el paso del huracán Sandy, han impulsado el debate sobre el tema. La agencia de la ONU para los asentamientos humanos (ONU-Hábitat) lanzó en junio de 2012 el programa de Ciudades Resilentes y ayer se hizo oficial que su sede será Barcelona.
El anuncio lo hicieron el alcalde, Xavier Trias, y el director de ONU-Hábitat, Joan Clos. Las oficinas serán en el pabellón de la Mercè, en el recito histórico del hospital Sant Pau. Clos explicó que la elección de Barcelona se debe, entre otras cosas, a su innovador alcantarillado. El mayor número de peticiones que llegan a la agencia son para mejorar o implementar dicho servicio.
El director del programa, Dan Lewis, explicó que allí trabajarán 10 personas. Entre las labores que desempeñarán están las investigaciones sobre resilencia, el establecimiento de baremos de riesgo en las ciudades, la creación de un software que plasme dichas amenazas y la elaboración de nuevos estándares de desarrollo y planeación. Este último punto enlaza con City Protocol que promueve el arquitecto jefe, Vicente Guallart. Barcelona aportará 200.000 euros en efectivo y 799.000 en especie para el programa. Varios privados darán 1,1 millones.
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