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Fotografías gigantes asombran a los vecinos de El Carme

Luis Montolio retrata “personajes” del barrio valenciano a modo de ‘graffiti’

Ferran Bono
Luis Montolio, bajo su foto gigante que se exhibe junto al mercado de Mossén Sorell, en Valencia.
Luis Montolio, bajo su foto gigante que se exhibe junto al mercado de Mossén Sorell, en Valencia. JOSÉ JORDÁN

Un enorme guerrero apocalíptico, que parece salido de una secuela ochentera de Mad Max, mira desafiante. No esgrime un arma postnuclear, sino un candoroso perrito. Es Fer, un modisto y camarero del barrio valenciano de El Carme, de peculiar aspecto e incisiva mirada. Ahora mide más de nueve metros por cinco. Es el tamaño de la pancarta que el fotógrafo Luis Montolio ha colgado en una medianera con su retrato, junto al pequeño mercado de Mossén Sorell.

“Fer es un personaje de El Carme, un artista muy creativo. Él ha elegido los arreglos del vestuario y el maquillaje. El perrito le da un punto de ternura”, explica Montolio, que ya ha instalado dos gigantografías más en su barrio y ya prepara otras dentro de su proyecto de intervención artística y urbana. “Sí, lo sé, soy diferente de lo que se ve”, interviene Fer sin atisbo de impostura, en una cafetería desde la que se aprecia a la perfección su alter ego. Dice que a la gente le encanta la fotografía por los comentarios que le hacen, “desde señoras mayores hasta los punkies”. “Hay que hacer cosas por este barrio, porque parece que está muerto. Ahora, yo de aquí no me muevo. Además, ya no hace falta ir a Nueva York para ver fotos tan grandes”, añade sonriendo.

Nacido en Inglaterra hace 40 años y residente en Valencia desde los 13, Montolio pasó por la ciudad norteamericana en su aprendizaje. Lo suyo fue una ruptura vital y laboral. Dejó de trabajar en una empresa de juguetes hace 10 años y se apuntó a una academia de fotografía. Tuvo de profesores a destacados profesionales como Cristina García Rodero o Alberto García Álix. Trabó amistad con el fotógrafo de la Magnum David Alan Harvey, que visitó Valencia en 2009, y decidió “disfrutar de la libertad haciendo fotografías en mi entorno más próximo, con los maravillosos personajes que hay en el barrio”, apunta.

El modelo dice que señoras y ‘punkies’ están encantados con la imagen

Hacer “fotos para la gente”, en vez de pintar graffiti, murales, en las fachadas y paredes abandonadas; pone sus gigantografías, con la aquiescencia de distintos agentes sociales del barrio, como la asociación de vecinos Uno de sus objetivos es poner en valor al tejido social de El Carme que ha ido perdiendo su marchamo de bohemio y creativo en beneficio, por ejemplo, de Russafa.

“La gente ha respondido muy bien. La verdad es que casi me hundí cuando la primera noche se cayó el vinilo con la fotografía de Fer. Yo sólo tenía 35 céntimos en el bolsillo... Pero un espectador, una persona que le había dado tiempo de ver la fotografía colgada, me localizó y me pagó volver a ponerla”, relata el fotógrafo. No es infrecuente verle ayudando a una anciana solitaria, que se ha ido curvando con el tiempo, a hacer la compra en el mercado.

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Empezó aprovechando la valla publicitaria de una promotora quebrada, que prometía adosados de lujo frente a la falla de Na Jordana, para colgar su primera pancarta. Pronto Montolio sumará un nuevo personaje al guerrero de El Carme.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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