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La plantilla de Navantia procesiona por Ferrol buscando un “milagro naval”

Es la tercera protesta del naval ferrolano para exigir compromisos concretos para construir el dique flotante

Protestas de los trabajadores de Navantia en Ferrol
Protestas de los trabajadores de Navantia en Ferrol KIKO DELGADO (EFE)

Bajo un auténtico diluvio, el naval ferrolano salió esta tarde a la calle en procesión buscando un 'milagro' llamado carga de trabajo que depende de la voluntad política de los gobernantes. Unos dos mil operarios desfilaron por las calles del centro con sus chubasqueros corporativos de Navantia bajo una maraña de paraguas para exigir flotel y dique flotante.

Crucificaron media docena de buzos de faena en traviesas de madera para su particular cofradía 'de los Dolores´ -puntualizó un operario- y durante hora y media procesionaron bajo la lluvia detrás de su propio trono coronado por un barco. A la estructura, que emulaba las tallas religiosas que portan los capuchones, no le faltaba detalle: carteles reivindicativos para el flotel, el dique flotante y las caras estampadas de Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro y Alberto Nuñez Feijóo en el frontal, a quienes señalan como responsables de que no haya trabajo en los talleres. Lo jalonaron con tres obreros-maniquí, con casco y guantes de seguridad para dar ejemplo de prevención laboral, que prácticamente se habían inmolado sobre las gradas vacías de un astillero público que este verano entrega a Australia su último buque sin nuevos contratos a la vista. “Esto no se soluciona con milagro, depende de la voluntad política”, remarcó Ignacio Naveiras, portavoz del Comité.

La procesión pretendía ser festiva y reivindicativa pero la lluvia apagó el sonido de la única gaita y las calles de la ciudad, atestadas de gente estos días, estaban vacías. Al desfile procesional se sumó la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, que acompañó a los dos ediles de IU en la ciudad. Es la tercera protesta del naval ferrolano en marzo para exigir al Gobierno central y autonómico compromisos concretos para construir el dique flotante para grandes reparaciones y que se ponga fecha al corte de la primera chapa del flotel (buque hotel de apoyo a plataformas petrolíferas) para Pemex que Feijóo anunció en septiembre. La plantilla gallega de Navantia está muy molesta con la dirección del grupo naval por el anticipo de un recorte salarial que podría ser la antesala de un ajuste laboral más duro. “La culpa de que no haya trabajo no es de los trabajadores. Nosotros cumplimos, hay están los barcos hechos. Ellos no”, razona un veterano operario. “En 35 años en esta empresa, nunca ví la cosa tan mal. Nunca”, insiste.

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