_
_
_
_
_

Alcalde, promotor y casero

El regidor de Barbadás, el baltarista Freire Couto, hace negocio con los inmuebles que permitió edificar a un constructor imputado por fraude urbanístico

José Manuel Freire Couto, alcalde de Barbadás (Ourense)
José Manuel Freire Couto, alcalde de Barbadás (Ourense)nacho gómez

El patrimonio del alcalde baltarista del Ayuntamiento de Barbadás, José Manuel Freire Couto, que defraudó a Hacienda 208.000 euros correspondientes al IRPF de los últimos cuatro años que le investigó el fisco, es incalculable. Freire, médico de formación y cuya actividad empresarial reconocida es un psicotécnico, acumula una fortuna superior al millón de euros solo en fincas y empresas inmobiliarias. Pero a esa relación de bienes publicados por este diario el pasado verano y que él reconoció como único patrimonio, atribuyéndolo a una herencia, se suman los bajos mejor situados de A Valenzá —el núcleo urbano del municipio, zona de expansión de la capital ourensana con la que linda— urbanizada por los sucesivos gobiernos municipales presididos por él e integrados por una larga lista de concejales y amigos constructores.

 En una reciente comparecencia plenaria convocada para detallar su patrimonio y acallar la publicidad sobre su fortuna, Freire olvidó mencionar una parte considerable de sus propiedades. Una lista de bajos comerciales en inmuebles edificados por Ramón López Casal, el socio de la inmboliaria Mahía-Maexpa imputado por un supuesto delito de fraude urbanístico, con quien el regidor de Barbadás aseguró en sesión plenaria que no tenía relación empresarial alguna pese a compartir sede en Portugal. Cuando trascendió este dato, Freire precisó que había conocido al constructor en un viaje a Centroeuropa organizado por el Instituo Ourensano de Desarrollo Económico (Inorde), dependiente de la Diputación, que él mismo preside. Según detalló, invitó al promotor a ese viaje sufragado por la Diputación y López Casal encontró en los países de la antigua Europa del Este un rentable nicho inmobiliario.

El regidor de Barbadás diseñó el urbanismo de A Valenzá, lo repartió básicamente entre las constructoras de sus ediles y de Ramón López Casal, y acabó él mismo como titular de un puñado de los mejores bajos de los inmuebles que dejó edificar al administrador de Mahía. Hace años que los ha puesto todos en alquiler. Uno de ellos, a la propia inmobiliaria que lo edificó. Freire Couto registró a nombre de su psicotécnico, Psico Bluster, en el que desde 2009 figuran como administradores su hija y su mujer, varios de estos bajos comerciales. Otro está a nombre de la constructora Eichoa, que tiene sede en el domicilio familiar ourensano del regidor y en el que también figuran como únicos administradores su mujer y su hija.

Entre los bajos comerciales propiedad de las empresas del alcalde de Barbadás figura el Edificio Villaescusa, situado entre dos de las más grandes y concurridas superficies comerciales ourensanas (Lidl y Carrefour). El local, con un valor catastral de 600.000 euros, lo ocupa una firma dedicada a la venta de sofás. El inmueble está construido sobre una finca de 10.900 metros cuadrados. En ese mismo edificio figura un piso de 180 metros a nombre de Freire Couto.

Otro de los bajos del alcalde de Barbadás registrado igualmente a través de Psico Bluster es el que ocupa la propia sede de Mahía-Maexpa en el Paseo dos Amieiros de A Valenzá, un nuevo vial al lado de la piscina municipal sobre el que germinaron las torres propiedad de López Casal y del exconcejal-promotor que estuvo durante 16 años al lado de Freire, Jose Ramón Fernández. El regidor le concedió la edificabilidad y se hizo con el local comercial que le alquila a la misma empresa que lo edificó. El edificio se levanta sobre una superficie de 9.328 metros cuadrados.

La misma Psico Bluster es también la propietaria del bajo de la céntrica Avenida de Celanova en el que tiene su sede la empresa concesionaria del servicio municipal de aguas, Aquagest. Freire le renovó la concesión —del servicio y del local— en 2006 por un periodo de 39 años más. La empresa Eichoa —domiciliada en la vivienda familiar de Freire Couto en Ourense, dedicada al alquiler de locales comerciales y que cuenta con un solo empleado y un activo de más de 479.000 euros en 2011— es propietaria del bajo que ocupa una de las más modernas cafeterías de A Valenzá, al lado de la piscina municipal y anexa a la sede de Mahía, en otro bajo del edificio construido por esa misma empresa. El local, que Freire también ha arrendado, tiene una superficie de 200 metros cuadrados.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

No son las únicas propiedades que incrementan el patrimonio y los ingresos del regidor. Freire se construyó en el rural del municipio que gobierna desde hace 26 años consecutivos una réplica de un pazo al que incrustó un llamativo escudo heráldico. Bajo el reclamo del linaje empedrado parpadea el neón que anuncia una farmacia. El alcalde decidió hacer igualmente negocio con el bajo de su segunda vivienda que destinó a local comercial: lo ha alquilado. El pazo del regidor deja prácticamente oculta otra propiedad de las mismas características. A ambas viviendas se accede con facilidad gracias a una rotonda construida, en pleno núcleo rural, con 70.000 euros procedentes del Plan E —más otros 40.000 destinados a obras de mejora de la seguridad vial en ese mismo entorno— y para cuya ejecución fue necesario trasladar un crucero.

90.000 euros al año en sueldo y dietas

CRISTINA HUETE

El enriquecimiento patrimonial de José Manuel Freire Couto y su condición de defraudador al fisco amenazaban con convertirse en un escollo en el final de su dilatada carrera política, una vez llegados los tiempos de la cacareada transparencia reclamada tanto por el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, como por el provincial, José Manuel Baltar Blanco. Los dos líderes populares anunciaron con firmeza que no permitirían una mácula en el partido y obligaron a los suyos a hacer públicos sus patrimonios. Pero los dos decidieron cerrar finalmente los ojos cuando Freire dio un portazo en un pleno municipal y sentenció que no difundiría el suyo.

Su negativa dejó en evidencia a Baltar y a Feijóo. Pese a ello, el reelegido presidente del PP ourensano proclamó de nuevo el domingo pasado en el congreso que lo encumbró, el discurso de la transparencia. Pidió a los 79 integrantes de la nueva ejecutiva que firmaran un “compromiso ético” tras detallar que obligará a la directiva a revelar su patrimonio. Acto seguido, premió al regidor de Barbadás con una vicepresidencia en la ejecutiva provincial y un hueco, además, en el “renovado” comité de dirección del partido, bendecidos ambos por Feijóo.

Freire, cuestionado por Hacienda y en el punto de mira de la sociedad ourensana por su llamativo enriquecimiento patrimonial, se ha afianzado como mandamás del PP provincial contraviniendo las consignas mientras, fortuna patrimonial al margen, sigue cobrando dietas por asistencia a los plenos de su municipio, por importe de 9.000 euros anuales, y a los de la Diputación, por 12.700 euros, con los que complementa el sueldo público que percibe por la presidencia del Inorde de 68.500 euros: más de 90.000 euros anuales de las arcas públicas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_