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Obrint Pas anuncia un parón “indefinido”

La banda de Benimaclet cesará la actividad en 2014 tras una exitosa trayectoria

Los integrantes de Obrint Pas.
Los integrantes de Obrint Pas.

Obrint Pas, la relevante banda de rock que parió la exitosa fusión del folk valenciano con estilos como el hardcore, el ska o el reggae, la combativa y reivindicativa agrupación musical nacida de un instituto de secundaria Benimaclet en 1993, deja la actividad musical, al menos de momento. Será el año que viene, tras un par de actuaciones. Un parón “temporal” pero también “indefinido”, tras la extenuante gira que siguió a la publicación de Coratge (Propaganda pel fet!, 2011), según han anunciado esta mañana a través de una nota colgada en las redes sociales con el título paradójico de “Seguirem”, que también da título a la que puede ser la última de sus giras. Ilustrada con el simbólico dibujo de un viejo navío que avanza en medio de un mar agitado, la nota explica que tras “años de navegar a toda vela contra rumbos marcados contra el miedo”, sienten la necesidad de “parar este barco llamado Obrint Pas” y acometer “otros proyectos, otras aventuras, otros frentes abiertos”. A las pocas horas de conocerse la noticia, ya era trending topic en Twitter a nivel estatal.

Aunque en algún momento se había especulado con la separación del grupo que lideran Xavi Sarrià y Miquel Gironés, los rumores habían venido a menos con la excelente acogida de Coratge, el que es sin duda su mejor disco, y con las nuevas vías exploratorias puestas en marcha por Obrint Pas, alternando sus vitamínicos y cada vez más sólidos directos en formato rock con relecturas de sus temas emblemáticos en acústico. Al final ha podido más el desgaste, las ganas de coger oxígeno, el cansancio de ir moviendo durante años un mastodonte musical y social. “Han sido veinte años muy intensos, de muchos conciertos, de crecimiento personal… Comenzamos siendo unos adolescentes, con 16 años, y yo ahora tengo 36. Nos puede quedar mucho por delante, pero necesitamos parar para ver qué hacemos”, se explicaba esta mañana a través del teléfono un desbordado Sarrià, guitarra, voz y compositor del grupo. “Nos ha costado mucho tomar la decisión”, añadía, “llevábamos meditándola mucho tiempo. El último disco fue un gran esfuerzo creativo y pensamos que todavía tiene vigencia. Si algún día, de aquí a unos años, volvemos a sentir la motivación para hacer canciones, habrá otro disco de Obrint Pas”, se sincera, apuntalando la provisionalidad condicionada del parón.

Sarrià apunta otra de las razones, el hecho de que la banda se haya convertido “en una gran maquinaria que necesita mucha dedicación, y concentrar todos los esfuerzos en Obrint Pas es cada vez más complicado”, dice en alusión a una agrupación con nueve músicos, que se ha hecho muy grande y que en su formato rock tradicional toca ante miles de personas cada vez. “Y queremos hacer otras cosas”, añade, al tiempo que asegura sentirse muy motivado para la gira en acústico que tienen en marcha, en la que reinterpretan en un tono reposado sus temas más emblemáticos, caso de Viure, La Flama, Del Sud, El país de l’olivera o La vida sense tu. Un formato que les llevará los próximos días a ciudades como Ontinyent, Llíria, Alcoi, Girona o Barcelona.

Tras el Seguirem Tour 2013, habrá dos conciertos más en acústico en 2014, como cierre. Comparecencias que abrirán la espita para nuevos proyectos individuales. “Por eso hemos bautizado la gira como seguirem, porque todo sigue y tiene sus ciclos. Toda la vida hemos estado en la música y seguro que haremos más cosas en ella. Por ejemplo, Miquel [en referencia a Gironés, dolçaina, voz y compositor] es una bestia musical y está en un momento creativo muy bueno”, apuesta. En el caso de Sarrià, tras debutar como escritor con Històries del paradís (Bromera, 2010), seguirá escribiendo y seguramente publicando libros, “pero tampoco descarto hacer otras cosas”. También recuerda que algunos de los miembros de la banda ya tocan en otros grupos y muchos de los componentes de Obrint Pas, caso de Miquel Ramos, están volcados en diferentes proyectos con movimientos sociales.

Atrás, en estas dos décadas, quedan innumerables conciertos por todo el mundo, incluyendo gran parte de Europa y lugares tan lejanos como Japón, donde hicieron una gira y llegaron a tocar en el emblemático festival Fujirock; tres maquetas, des de la primigenia Obrint Pas (1994), y siete álbumes en progresión cualitativa que culmina con el poderoso Benvingut al paradís (Propaganda pel fet!, 2007) y, sobre todo, el mencionado Coratge; una parroquia de miles de seguidores y decenas de bandas que han emulado y todavía siguen imitando e hiperinflacionando el sonido de rock y dolçaines. Y un discurso alternativo, de izquierdas y soberanista que les ha convertido en una referencia en Cataluña que va mucho más allá de lo estrictamente musical. Se despide, en suma, una de las bandas de rock más emblemáticas e influyentes de las últimas décadas.

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