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Una semana atrincherada en casa con sus hijos

Una mujer se niega a cumplir un auto de un juez que la obliga a entregar a sus hijos al padre Alega "maltrato psicológico" y pide que haya una sentencia "en firme"

Helena de Pedro, española, lleva una semana atrincherada con sus hijos en su casa de Madrid para impedir que el padre, portugués, se los lleve a Lisboa. Familiares y amigos de la madre se concentran ante el domicilio, en el madrileño distrito de Retiro, tratar de evitar que sea obligada a entregar a sus hijos. La mujer pide que se aplace la orden de un juez portugués que otorga la custodia a su exmarido hasta que haya "sentencia en firme" de un juzgado español.

De Pedro explica que se separó hace tres años después de pasar mucho tiempo sometida a "todo tipo de maltrato psicológico" y que, por este motivo, interpuso una denuncia contra su marido. Sin embargo, fue la denuncia fue desestimada por la Justicia lusa porque no acudió al juicio. Había vuelto a España por la situación extrema en que se encontraba, que no era sana para sus hijos, según ha relatado. Según su relato, su marido aprovechó su ausencia para "robar" todo el dinero de su cuenta bancaria, amenazarla y presentar una demanda de divorcio y una denuncia por "por sustracción ilícita" de sus hijos.

De Pedro ha contado que no pudo poner en macha medidas legales antes por su situación económica y personal y ha insistido en que el auto sobre la custodia, dictado por un juzgado de Portugal, debe ser aplazado "hasta que se aclare la situación" o se dicte una sentencia en firme. Ha señalado que ha hablado con el juez para trasmitirle "el lado humano de una madre" y explicarle que, en el supuesto de que los niños tuvieran finalmente que marcharse a Portugal, necesitarían apoyo familiar y tiempo para asimilar la situación que, además, llega en mitad del curso escolar.

"Con una semana no podemos hacer nada. ¿Cómo mentalizas a un niño después de estar nueve años con su madre que ella ya no va a estar?", se pregunta la madre, que teme las secuelas psicológicas que ello les puede causar. Se siente angustiada porque cree que la "Policía secreta" está permanentemente en la puerta de su casa. Los niños, que no van al colegio ni salen de casa, le preguntan antes de ir a dormir que si ha echado el pestillo a la puerta porque "temen" que entre alguien y se los lleve a la fuerza.

Según la mujer, su abogado le ha dicho que si los niños vuelven a Portugal las posibilidades de que obtenga la custodia "son cero", de ahí que haya insistido en la necesidad de aplazar el auto hasta que se celebre un juicio en España, donde cree que podría tener muchas posibilidades de obtenerla. De Pedro ha agradecido las muestras de apoyo que ha recibido, a través de las redes sociales, de madres que atraviesan o han vivido su misma situación y que han tenido que entregar sus niños al no poder defenderse por motivos económicos.

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