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Los desaires del presidente de Aerocas

Carlos Fabra aseguró que un grupo hispanolibio venía con 200 millones bajo el brazo

Los miembros del Consell han estado metiendo el freno de mano a Carlos Fabra, presidente de Aerocas, desde que este anunció ante la prensa la primera propuesta formal de compra sobre el aeropuerto. Una oferta que, no obstante, se ha venido desvaneciendo con el tiempo. El expresidente de la Diputación de Castellón aseguró en enero que el grupo venía con 200 millones bajo el brazo, pero aún no los ha presentado.

La oferta llegó con un desaire al Consell: Fabra la presentó al consejero de Economía, Máximo Buch, horas después de que este asegurara desconocer cualquier propuesta de compra. Instantes después se comunicó a la prensa. Fabra llevaba desde agosto del pasado año en negociaciones con el supuesto grupo hispanolibio que ha lanzado la oferta de compra.

Desde entonces, el cruce de manifestaciones sobre fechas, inversión, etc. ha sido constante. “Lo que vale es lo que yo diga del aeropuerto”, ha aseverado en varias ocasiones el presidente de Aerocas erigiéndose como el único interlocutor válido para hablar de la infraestructura. Pero los desaires de Carlos Fabra al Consell han sido constantes y han llegado a cotas extremas. Tal fue el caso de las pruebas automovilísticas que autorizó sin el consentimiento ni la autorización del Gobierno valenciano.

De hecho, las pruebas del equipo del piloto castellonense Roberto Merhi trascendieron por casualidad. El Consell se desmarcó rápidamente asegurando que ni estaban autorizadas ni las conocían. Requirieron entonces información a Aerocas, pero la empresa pública (que depende en un 99% de la Generalitat) no aportó los documentos hasta tres días después y una vez finalizadas las carreras.

El feo fue mayor días después. El presidente del Consell, Alberto Fabra, se negaba públicamente a acoger actividades similares en las pistas del aeropuerto. Carlos Fabra lo asumió, no sin antes mostrar su enfado y arremeter contra la Generalitat por permitir el Open de Tenis en el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. “No está terminada, no se ha puesto en funcionamiento para lo que fue hecha, pero llevamos tres años consecutivos jugándose el Gran premio de Tenis de Valencia en un edificio que no estaba para eso”, dijo en declaraciones a la Cadena Cope.

También desautorizó recientemente al consejero de Economía, Máximo Buch, por dar la fecha del 16 de octubre como la de la posible apertura del aeropuerto de Castellón. “Yo no tengo la información que tiene el consejero, parece que en el Consell tienen mucha que yo no tengo”, dijo el día después. Seguidamente, Fabra reiteró que lo válido es lo que él dice y rehusó dar una fecha de apertura, aunque dejó caer que podría ser este verano.

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Es la segunda vez que Buch sufre un desaire del presidente de Aerocas. El primero fue justo el día en el que heredó la cartera del aeropuerto tras el cese de la exconsejera Lola Johnson. Ese fue el día en el que Fabra le entregó en mano la propuesta de compra en un acto en el que desde la Consejería no tenían previsto informar, pero del que dio buena cuenta el exbarón castellonense ante la presencia de Buch.

Entre los últimos desmanes está el ultimátum dado por Alberto Fabra al grupo hispanolibio para la entrega del aval. Carlos Fabra aseguró que el plazo acababa el 7 de marzo, pero que la Generalitat lo asumiría igualmente aunque se presentara a lo largo de esta semana. Desde el Consell reiteraron que el plazo se acababa el domingo a las 24 horas. El portavoz del Consell, José Ciscar, evidenció el enfado: “El presidente de la Generalitat ha dicho que a lo largo de esta semana y ese señor [sin citar nombre] que podía ser el lunes o el martes. Nosotros vamos a esperar hasta el domingo”.

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