Almodóvar sorprende en los Ideal

Cinco salas con el aforo completo. Los seguidores de Pedro Almodóvar tenían ganas de ver su última película, Los amantes pasajeros, así que abarrotaron ayer en los cines Ideal, en la plaza de Jacinto Benavente en el preestreno. Solo unos pocos se dieron cuenta de que unos invitados sorpresa se colaron por la puerta de atrás. Cuando casi todos se habían sentado en sus localidades un grito de asombro hizo que todos volvieran su mirada hacia la pantalla. El director manchego apareció por sorpresa junto a todo el reparto para agradecer la fidelidad de su público. "Sí, somos los que hemos hecho la película que estáis a punto de ver", bromeó Almodóvar ante la estupefacción de los presentes.

A esta frase siguió un segundo de silencio que una asistente rompió con un: "¡Madre del amor hermoso!". El patio de butacas se llenó de pantallas de móvil que grababan o fotografiaban el momento, y más de uno aprovechó para tuitearlo. "Eso, eso, aprovechad", espetó el cineasta. A continuación, micrófono en mano, fue haciendo a sus actores presentarse. Javier Cámara, Blanca Suárez, Miguel Ángel Silvestre, Lola Dueñas, Hugo Silva…No faltó casi ninguno. Almodóvar actuó como maestro de ceremonias de este preludio improvisado a la proyección de la película, que se repitió en cada una de las salas.

Entre aplausos y bromas continuó el show almodovariano. Silvestre confesó que esta película le ha hecho replantearse su heterosexualidad. Algo a lo que el público homosexual masculino respondió con entusiasmo. Incluso el cineasta manchego le soltó: "Recuérdame que te tire los trastos". El director intercambió un piquito con Cecilia Roth tras rememorar que es el séptimo filme que rueda con ella. Almodóvar también hizo cantar a Laya Martí la canción I’m so excited, que suena en una de las escenas de Los amantes pasajeros.

Willy Toledo fue uno de los que más aplausos se llevó y aprovechó para anunciar a las espectadoras que es el único soltero del elenco. En la película interpreta a un actor con aires de casanova.

Almodóvar aseguró que esta película es un homenaje a los años ochenta, una época en la que "muchos descubrimos lo que es la libertad". Se despidió de la audiencia agradeciendo su asistencia. "Sin vosotros no somos nada. No os sintáis obligados a reír, pero espero que lo hagáis", exclamó antes de desaparecer por la puerta por la que habían entrado todos. El último en irse fue Javier Cámara que se marchó haciendo los gestos que hacen los auxiliares de vuelo antes del despegue de un avión.