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Una mujer se encadena para que le reconozcan una gran invalidez

Dolors Carrasquilla ha sido operada ocho veces en 2012 por la grave infección de su pierna Aunque su médico dice que ha empeorado, se le ha reducido el grado de discapacidad

Dolors Carrasquilla cierra el candado con el que permanece encadenada frente al Palau de la Generalitat Valenciana.
Dolors Carrasquilla cierra el candado con el que permanece encadenada frente al Palau de la Generalitat Valenciana.Tania Castro

Dolors Carrasquilla (42 años) lleva una llave colgada de su teléfono móvil. "Así no la pierdo", dice sentada en su silla de ruedas con la pierna izquierda en alto en la que ha recibido ya 35 operaciones. A unos metros sobre su cabeza, el gotero libera el suero que necesita para evitar la deshidratación. Rodeando su cintura, una larga cadena plateada la mantiene atada a la verja del Palau de la Generalitat Valenciana, frente al que protesta por la rebaja de su grado de dependencia pese a que, asegura, su enfermedad, una osteomielitis crónica, se ha agravado. Esta es ya la segunda vez que se encadena por un problema similar.

"No pretendo ser noticia, simplemente exijo justicia por las injusticias que se están llevando a cabo con personas como yo, de carne y hueso, con apellidos y DNI pasando muchas dificultades para sobrevivir en el día a día gracias a este gobierno incompetente e inhumano", decía Dolors rodeada de medios de comunicación, compañeros de la Plataforma en defensa de la ley de dependencia y otros colectivos sociales.

El pasado mes de diciembre se encadenó en el mismo sitio

Desde que se ha levantado hasta que ha cerrado el candado Dolors, vecina del Puerto de Sagunto (Valencia), ya casi ha fumado un paquete entero de cigarrillos. Está nerviosa porque sabe que pasar el día en la calle puede agravar su enfermedad, una infección crónica de su pierna izquierda, que le ha obligado a ser operada hasta ocho veces en 2012. El pasado mes de diciembre se encadenó en el mismo sitio en apoyo a Elvira Murcia, una mujer con osteogénesis imperfecta, enfermedad comúnmente llamada "huesos de cristal".

En 1995 Dolors obtuvo la invalidez absoluta por su enfermedad. En 2009, mientras vivía en Cataluña, su dolencia se agravó y el tribunal médico le otorgó el grado de gran invalidez, lo que le suponía recibir una pensión de 1035 euros mensuales. En 2010, se trasladó a vivir a Valencia y aunque, según explica su médico de cabecera, el doctor Aurelio Duque, su enfermedad se ha seguido agravando, el tribunal médico redujo en marzo de 2011 el grado de su minusvalía al 54%, lo que le ha supuesto pasar a la categoría de invalidez absoluta y una reducción de su pensión en 329 euros mensuales. Aunque en abril de 2011 reclamó la revisión de su caso, hasta el momento dice solo haber recibido evasivas.

Si el día 10 de marzo no ha obtenido respuesta favorable, se declarará
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El doctor Duque explica que Dolors necesita tomar diariamente antibióticos, antifúngicos, antiinflamatorios y derivados de opiáceos para mitigar el dolor, administrados a través de una cánula que lleva conectada directamente a su tórax. Debido al alto precio de sus medicaciones y a la pauta tan intensiva que tiene prescrita por su cirujano del Hospital Clínico de Valencia, su médico explica que el gasto es muy alto y que, aunque por su condición de pensionista paga solo el 10% del precio habitual de los medicamentos, algunos meses ha tenido que desembolsar hasta 200 euros en medicinas.

La consejera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, se ha puesto en contacto con Dolors para comunicarle que están trabajando para solucionar su caso. Pero con sus dos hijos en casa, de 20 y 18 años y la novia de uno de ellos, todos en paro, los 706 euros que recibe mensualmente de pensión dice que no le llegan. Pagar el alquiler, los gastos de la casa, los gastos derivados de su estado de salud y mantener a sus hijos, dice, se le hace cada vez más difícil.

Está dispuesta a resistir encadenada hasta que le aguanten las fuerzas y asegura que si el día 10 de marzo no ha obtenido respuesta favorable, se declarará en huelga de hambre. Dolors Carrasquilla achaca esta reducción de su discapacidad en un intento soterrado por parte de la Administración de pagar menos: "La estrategia es decir que no se recortan las pensiones pero están recortando grados, que es peor".

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