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Aquí el hospital, mándenos un médico

La clínica La Milagrosa reclama una UVI móvil al Ayuntamiento para atender a un hombre de 50 años que sufría un ataque cardiaco en sus consultas externas

Vicente G. Olaya
Exterior de la clínica La Milagrosa, en la calle Modesto Lafuente.
Exterior de la clínica La Milagrosa, en la calle Modesto Lafuente.Luis Magán

Todo depende de dónde se sufra el ataque al corazón, y de lo que diga el protocolo, pero hay situaciones en la atención sanitaria que pueden superar el absurdo. Ocurrió el lunes en Madrid. Un hombre de 50 años sufrió un ataque al corazón en las consultas externas de la clínica privada La Milagrosa de Madrid, donde ahora se recupera el Rey de una operación de hernia discal. Los médicos del servicio le atendieron, pero decidieron llamar a una UVI móvil en vez de trasladar al infartado al hospital de La Milagrosa, que se halla a unos 260 metros.

A las 22.30 del lunes el servicio de emergencias sanitarias del Ayuntamiento de Madrid (Samur) recibió una llamada de auxilio que procedía, a su vez, del teléfono urgencias 112. La Milagrosa reclamaba una UVI móvil equipada porque una persona había sufrido un infarto en las consultas externas del centro hospitalario. Fuentes sanitarias municipales admitieron ayer la extrañeza que produjo la petición, teniendo en cuenta que procedía de un hospital bien equipado. El SAMUR solo atiende a personas que necesitan ayuda médica urgente en las calles de la capital y en los locales públicos (centros comerciales, bares, macrofiestas...).

Unos segundos después de la llamada, la ambulancia municipal más próxima, que se encontraba a casi tres kilómetros de distancia, en la plaza de Colón, recibió la orden. El vehículo llegó nueve minutos después al hospital. El médico y el diplomado en enfermería de este Soporte Vital Avanzado encontraron al paciente en las consultas externas —dependencias que están en la misma manzana que el centro hospitalario, en la calle de Fernández de la Hoz, 45—. El hombre estaba siendo atendido por los facultativos de estas consultas. Los sanitarios del Samur se hicieron cargo de él y lo trasladaron al hospital Clínico, a unos 3,1 kilómetros. Llegó con vida. “Es lo que tenemos establecido en nuestro protocolo”, señalan las fuentes consultadas.

Los dos edificios sanitarios comparten manzana y están a 260 metros

Un portavoz de La Milagrosa admitió lo ocurrido, pero con matizaciones. El infarto “no se produjo propiamente en la clínica La Milagrosa [sita en la calle de Modesto Lafuente, 14], sino en las consultas externas [Fernández de la Hoz, 45], que están en otra calle. Son dos calles y dos edificios diferentes. Y, además, no hay conexión directa entre ambas edificaciones. Por eso, se llamó al Samur, ya que legalmente no le podíamos atender porque no estaba en la clínica. Aquí, además, no tenemos ambulancia para trasladarlo”. Este portavoz destacó que el infartado fue atendido por los médicos de “las consultas externas” mientras estos esperaban a la ambulancia municipal y que “no se le dejó solo en ningún momento”. Pero insistió en que, aunque las consultas y el hospital están en la misma manzana, son dos sociedades diferentes.

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Las puertas de las dos dependencias de la clínica (el hospital y las consultas externas) comparten manzana y en la página web del centro hospitalario (lamilagrosa.com) se publicitan ambos servicios como la misma empresa. Sin embargo, la web de este centro sanitario incluye un enlace (consultasexternaslamilagrosa.es) donde se lee literalmente: “Las consultas externas de Clínica La Milagrosa surgen como necesidad de ampliación de las consultas médicas de la Clínica La Milagrosa, antes ubicadas dentro del propio centro hospitalario, y para dar respuesta a las crecientes necesidades asistenciales de la clínica” Y añaden: “Es un centro polivalente de carácter privado, gestionado por personas con amplia experiencia en el sector sanitario, y con profundo conocimiento de las necesidades médico-quirúrgicas actuales”.

La web del hospital indica que dispone de un servicio de cardiología que “está perfectamente integrado, y a gran altura dentro de la Comunidad de Madrid”. En cuanto a su servicio de urgencias, manifiesta que dispone de “seis boxes médico-quirúrgicos y dos boxes ginecológicos totalmente equipados para dar cualquier tipo de cobertura; de un área de hospitalización integrada en el propio servicio, que cuenta con seis camas monitorizadas para observación y control de pacientes”. “Esta unidad de atención las 24 horas del día”, dice el hospital en su web, “tiene un quirófano específico para cualquier urgencia que se presente. La celeridad en la atención de nuestros pacientes se combina de modo perfecto con la serenidad que siempre mantienen los profesionales adscritos a un servicio en el que la experiencia siempre está presente”.

La ambulancia municipal tardó 9 minutos en cruzar el centro de Madrid

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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