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160 jóvenes al día ‘se borran’ de Madrid

La población activa cae en 42.500 personas entre octubre y diciembre de 2012 En la franja de 24 a 29 años, 14.500 dejaron de buscar trabajo o emigraron

Los tres últimos años de crisis económica han empujado al paro a 61.000 personas en la capital, y han expulsado del mercado laboral a 136.000 personas. La diferencia entre esas dos cifras, 75.000 individuos, coincide prácticamente con aquellos que han tenido que huir de la ciudad en busca de una oportunidad. O bien regresando a su país de origen, en el caso de los inmigrantes; o bien, en el caso de los madrileños, buscando una patria más próspera, dentro o fuera de las fronteras españolas.

Este éxodo forzoso ha tenido lugar principalmente en 2012, es decir, tras cuatro años de crisis y dos recesiones consecutivas. Cuando aquellos incapaces de hallar trabajo han decidido que Madrid forma parte de su problema.

A principios de 2009, la capital tenía 1.662.600 personas mayores de 16 años con empleo o posibilidad (y deseo) de tenerlo. Al acabar el año, había 20.200 más. La cifra de población activa dejó de crecer en el tercer trimestre de 2010, pero aun así acabó el año por encima del anterior. En 2011 continuó su descenso: cerró con 1.656.700. El desplome se produjo en el último trimestre de 2012: se pasó de 1.651.000 a 1.608.500. Esa caída de 42.500 personas se correspondió con una subida de 8.800 parados. La mayoría sencillamente tiró la toalla. O se marchó

El desangramiento ha aquejado en particular a los jóvenes. De aquellos entre 16 y 19 años, 28.000 formaban parte de la población activa a inicios de 2009. La mitad, 14.300, estaban en paro. A finales de 2012, quedaban solo 12.700 activos, de los que 8.800 no tenían empleo. Es decir, 15.300 habían decidido en esos cuatro años abandonar el mercado laboral, probablemente en su mayoría para estudiar.

En la franja de 20 a 24 años, había 91.200 jóvenes activos a inicios de 2009. Menos de una cuarta parte, 20.800, estaba en paro. A finales de 2012, quedaban solo 79.500, de los que 29.600 no tenían empleo. En este caso, fueron 11.700 los que perdieron la esperanza.

En la franja de 25 a 29 años, había 226.300 jóvenes activos a inicios de 2009, de los que 33.800 estaban en paro. A finales de 2012, había 174.500, de los que 45.300 no tenían empleo. Es decir, 51.800 abandonaron en ese periodo el mercado laboral. Algunos, para probar suerte estudiando lo que en su momento no quisieron o pudieron. Otros muchos, emigrando a otras ciudades.

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En esta última franja de edad, la caída más fuerte también se produjo en el último cuatrimestre del año pasado: 14.500 jóvenes activos menos, o lo que es lo mismo, 158 al día. En general, la crisis ha destruido empleo, pero no ha afectado por igual a todas las profesiones. Algunas, incluso han prosperado en estos tiempos de adversidad.

Es el caso, por ejemplo, de los informáticos (un auge del 15% en tres años, desde los 49.000 afiliados a la Seguridad Social en el tercer trimestre de 2009); las profesiones científicas (un 40% más, desde los 9.800 afiliados de 2009); y los servicios de información (un 27%, desde los 5.800 afiliados de 2009).

En el lado contrario, la construcción (un 30% menos, desde los 48.000 afiliados de 2009), el comercio minorista (un 4%, desde los 162.000 afiliados de 2009), la educación (un 8%, desde los 102.000 afiliados de 2009) y los empleados de la Administración pública (un 7%, desde los 110.000 afiliados de 2009).

El mercado ha premiado la formación. En los tres últimos años, los contratos a universitarios de grado superior crecieron un 14% (hasta 97.000); los de secundaria, un 4% (hasta 231.000); los de FP1, un 8% (hasta 57.000).

En cambio, los contratos a trabajadores con graduado escolar cayeron un 2% (hasta 202.000); los de certificado de escolaridad, un 17% (hasta 46.000); y los de estudios primarios, un 18% (hasta 45.000).

Lissavetzky: “La opción fácil es peligrosa”

» El Barómetro municipal de Empleo refleja el auge de los sectores con fuerte peso de I+D: industria audiovisual, biotecnología, tecnologías de la información, aeronáutica, telecomunicaciones, informática, ingeniería, servicios financieros, edición, etcétera.

» Esos servicios avanzados han pasado de suponer el 26,8% de ocupados en 2001 al 37,2% en 2010. La construcción cayó del 7,7% al 6,1%. Hostelería y comercio pasaron del 18,6% al 19,2%.

» La formación de desempleados de Comunidad y Ayuntamiento se centra en trabajos administrativos, informática, hostelería, servicios sociosanitarios, mantenimiento de vehículos, etcétera.

» El líder socialista, Jaime Lissavetzky, destaca: "La opción fácil es potenciar sólo el sector servicios para dar trabajo más rápido a los parados. Hacer sólo eso sería peligroso. La opción con visión de futuro es, además, redirigir el modelo productivo con formación e inversión hacia profesiones de mayor cualificación".

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