Cuatro mujeres para un baile
La bailaora María del Mar Moreno estrena 'De cal viva' evocando a mujeres que le han marcado
La mujer atada, subyugada, en el inicio y el final. La trabajadora del campo que quiere romper sus cadenas y la Carmen de Merimée sometida en un mundo de hombres. Como el del tabanco, que personifican los cantaores y palmeros, en el que se niega el acceso a la mujer. Entre la abstracción de la primera y el símbolo que supone la última, dos mujeres más: Tía Anica La Piriñaca y Lola Flores. Todas juntas constituyen el imaginario en el que la bailaora jerezana se inspira para construir su nuevo espectáculo. Cada uno de sus cuadros remite a una de ellas, pero no parece casual que las ataduras sean el elemento común, principio y fin, como la petenera con que abre y cierra el espectáculo. Un tratamiento circular quizás no muy optimista en el que se inserta la lucha de la mujer a través de las danzas de la protagonista. Una obra densa, intensa de cante, y con un baile recurrente que remite al carácter y sello de Moreno.
La bailaora jerezana, que ha protagonizado seis estrenos en la historia de este festival, volvió a reclamar para este al guión y a la dirección escénica de Ramón Pareja. En los elementos antes señalados se puede tal vez observar la mano de la dramaturgia, pero uno tiende a pensar que, por encima de ella, y también por encima de las evocaciones que se propone, se termina imponiendo el peso de la personalidad de la bailaora y su concepción del baile, que en esta ocasión está cargado casi todo el tiempo de dramatismo, muy concentrado, cimentado en la fuerza de sus pies, y siempre arropado muy de cerca por el cante y el compás. Cantes y cantaores de la tierra a los que ella admira y con los que se siente a gusto.
El espectáculo comienza abierto con el taranto que acompaña a la mujer campesina. En la siguiente transición, la bulería al golpe de Malena y Carpio escenifica el ambiente de hombres en el que no tiene sitio el cante de La Macanita, que se aleja dejando el aire el aroma de la seguiriya y el cabal de La Piriñaca. Por cierto, la participación de la cantaora es, curiosamente, mínima. Ya en los dos siguientes cuadros, tiende a cerrarse, el baile se vuelve –como dijimos- recurrente y se adentra en terrenos densos con la seguiriya para Tía Anica y la soleá para Lola. Esos registros son los que dominan en el último cuadro, donde la escena se abre en cierta medida con la música de Bizet y la colaboración del coro.
'De cal viva'. Compañía María del Mar Moreno
Baile y coreografía. María del Mar Moreno. Artista invitada (cante). Tomasa Guerrero "La Macanita". Cante: Antonio Malena, El Tolo, José de los Camarones y David Carpio. Guitarras: Santiago Moreno y Antonio Malena hijo. Piano: Johanna Raymont. Palmas: Luis de la Tota, Álex de Gitanería. Actores: María Duarte y Nicolás Montoya. Colaboración: Coro Teatro Villamarta. Guión y dirección escénica: Ramón Pareja. Dirección artística: Antonio de la Malena. Teatro Villamarta de Jerez (Cádiz), 2 de marzo de 2013.