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Banderas, agitador de sentimientos

El actor revive el asesinato de García Caparrós en un emotivo discurso

Margot Molina

“El disparo que te mató podría haberse alojado en cualquiera de los que estábamos cerca de ti. Podría haber sido para mí y todo lo que desde entonces me ha acontecido habría sido borrado. Las cosas que he visto, la gente que he amado, la hija que tuve, las batallas que gané y las que perdí no existirían. Eso es lo que te fue robado. Por eso hoy se te hace justicia, tu gente te quiere devolver lo que se te arrebató”. Cuando el actor Antonio Banderas pronunció ayer estas palabras, las lágrimas de casi todos los presentes, hasta ese momento más o menos contenidas, corrieron mejillas abajo sin tapujos.

Revivieron (algunos) o imaginaron (otros) cómo debieron ser esos últimos momentos de la vida del joven sindicalista Manuel José García Caparrós, asesinado en Málaga el 4 de diciembre de 1977 en la manifestación que reivindicó la autonomía de Andalucía.

Banderas, García Caparrós y la pintora sevillana Carmen Laffón recibieron ayer en Sevilla el título de Hijos Predilectos de Andalucía, la máxima distinción que concede la Junta. En el acto, que se celebró en el Teatro de la Maestranza y con la presencia del Gobierno andaluz al completo, el presidente andaluz, José Antonio Griñán, entregó también las 12 Medallas de Andalucía. El director de cine sevillano Alberto Rodríguez, el cantaor jiennense Manuel Gerena, la bailarina y coreógrafa jiennense María Rosa Orad, el editor catalán José Manuel Lara y el pintor granadino Miguel Rodríguez-Acosta se encuentran entre los galardonados. La lista la completan la doctora Marina Álvarez Benito, el empresario Manuel Barea, el directivo de la ONCE Patricio Cárceles, el deportista José Manuel Sierra, el periodista Enrique García y la empresaria Dolores Ascensión Gómez Ferrón.

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Discurso de Antonio Banderas

Banderas, quien pronunció el discurso de agradecimiento en nombre de los premiados, revivió su experiencia al narrar el trágico suceso y, justamente por eso, sus palabras fueron tan sinceras y emotivas. “García Caparrós había caído abatido por un disparo que hizo diana en el corazón de todos los andaluces”. Tras estas palabras, el actor, director y productor malagueño, casado con la actriz Melanie Griffith y que reside en Hollywood, aseguró que nunca ha perdido el contacto con su tierra. “En estos momentos, Andalucía para mí es una necesidad, por eso vuelvo y nunca me separo del todo”, añadió.

Andalucía para mí es una necesidad, por eso vuelvo”
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El actor hilvanó un relato para pasar, casi con un lenguaje cinematográfico, por la vida y la obra de todos los premiados. Pero fue el último de la lista, García Caparrós, para quien reservó los mejores planos de esta especie de travelling.

Banderas contó lo que pasó aquel 4 de diciembre en primera persona, porque él también participó en esa manifestación cuando tenía 17 años y estaba ensayando una obra con el grupo independiente Dintel. Dejaron el ensayo y se sumaron a la multitud, a una movilización que comenzó con “sonrisas en las caras de todos” y terminó con “el reflejo del miedo”. “No lo supe entonces, pero a muy pocos metros de donde yo me encontraba, la vida de Caparrós había pasado del blanco y verde de la mañana, al negro eterno de lo irreversible”.

El actor aseguró que el discurso lo había escrito él mismo, “sobre todo en los aviones”, y que la parte de García Caparrós “fluyó de manera natural con una escritura casi automática”. Banderas hizo también referencia a la “maldita crisis” que asuela Andalucía pero, a pesar de ello, afirmó estar “lleno de esperanza”. Aunque comenzó diciendo que “el ‘yo’ es feo”, trufó su discurso con algunas referencias personales que arrancaron el aplauso del público en varias ocasiones, especialmente cuando se referían al asesinato de García Caparrós, cuya medalla recogió su hermana pequeña, Dolores, una mujer luchadora que siempre lleva consigo el DNI de Manuel José. “Lo he oído con mucha emoción, como si estuviera viendo todo lo que ocurrió”, afirmó Dolores después de la ceremonia. “Ha sido el mejor discurso del 28-F que he oído nunca”, comentaron varios asistentes al acto. Y es que Banderas hizo uso de su profesión para dotar su intervención de momentos de tensión y otros en los que dio pie a la risa.

Carmen Laffón, García Caparrós y Banderas, nuevos Hijos Predilectos

Lo hizo especialmente al citar los méritos de la capitana de corbeta Esther Yáñez, de San Fernando, la primera mujer en ingresar en la Armada española y en dirigir un barco de guerra. “Si alguien me la hubiese presentado fuera de este contexto, yo le habría preguntado:

—¿Cómo se llama?

—Esther.

—Bonito nombre.

—¿Y de dónde es?

—De Cádiz

—Bonita tierra.

—¿Y a qué se dedica?

—Soy capitán de corbeta.

—En ese momento se me habría escapado un ‘¡Ole! Con las bombas que tiran los fanfarrones, se hacen las gaditanas tirabuzones...”

Aunque la mayor parte de su intervención tuvo un tono serio y emotivo. “Yo no tendría vergüenza ni agallas para mirarme mañana al espejo, si solo dedicara este momento a lanzar alabanzas y piropos a la tierra a la que todos los que aquí estamos amamos profundamente”, dijo Banderas tras hacer referencia a la crisis que azota especialmente a esta comunidad.

Tras los discursos, el actor dijo que compartía la impotencia que sentían los que, paralelamente a la celebración del acto, se manifestaban en la calle. “Las cosas están pasando de castaño oscuro, se están poniendo muy agrias. Pero quiero ser optimista y espero que algún día podamos mirar atrás y ver esto como algo de lo que aprender. Tenemos que tener claro que no vamos a volver al lugar en el que estábamos: la especulación del ladrillo”.

En este sentido, Banderas aclaró que las obras en su casa de Marbella no tienen nada que ver con el procedimiento judicial abierto. Lo que se está haciendo es retranquear un muro del chalé para construir un paseo. “Pase lo que pase con la casa, no voy a protestar, aunque me la quemaran. No voy a hacer daño a mi tierra para que The Times publique que las inversiones en Andalucía no son fiables”, prometió.

A una tierra a la que Banderas siente “palpitar” y se conmueve. “En la que entiendo el ritmo de la vida y acepto la certeza de la muerte”, confesó a un público completamente entregado.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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