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Barcelona se engancha al móvil

70.000 personas pasarán esta semana por el congreso más importante del mundo de telefonía El reto es la movilidad de los participantes hasta los pabellones de Gran Via

Asistentes al congreso en el recinto de la Fira en L'Hospitalet.
Asistentes al congreso en el recinto de la Fira en L'Hospitalet.GIANLUCA BATTISTA

Justo a tiempo. En plena cuesta arriba, con la crisis ahogando, el congreso de telefonía móvil más importante del mundo, el Mobile World Congress (MWC), que arranca hoy en Barcelona, está dispuesto a convertir esta edición en la mejor de su historia. Y para eso la organización del MWC habla con cifras. El objetivo es superar los 70.000 visitantes de más de 200 países y dejar en la ciudad 300 millones de euros. Hasta el jueves lo mejor de la industria pasará por Barcelona con el objetivo de hacer negocio. Y también de disfrutar de la noche. Hay más de 100 fiestas programadas. Aunque la mejor, como ya apuntan algunos, será el Barça-Madrid del martes por la noche. Durante el día, mucho networking.

La movilidad es el eje del congreso pero también el reto. En este caso, la movilidad física. Por primera vez la feria abandona el recinto de Montjuïc y se celebrará hasta el próximo jueves en Gran Via. El desafío: llegar hasta L’Hospitalet sin metro. 50 personas estarán a partir de esta mañana en la plaza de Espanya y en la plaza de Europa explicando las rutas e informando a los congresistas más despistados.

El director del MWC, John Hoffman, ha reclamado en varias ocasiones la línea 9 que debe conectar la fira y el aeropuerto. Hoffman no se muestra preocupado y recuerda que son muchas las ciudades que tienen el recinto ferial alejado del centro. De momento, más de 10.000 taxis, los Ferrocarriles de la Generalitat, el autobús hasta la plaza de Europa y el transporte privado —se han contratado más de mil limusinas— serán las opciones para los asistentes. Ferrocarriles ha previsto que durante los días de la feria haya un movimiento de 8.000 personas por hora. Todos los convoyes que presten servicio duplicarán su estructura, pasando de los tres vagones habituales a seis. Todos los inscritos reciben una tarjeta de transporte gratis para moverse por la ciudad.

Para demostrar que no se olvidan de Montjuïc, ayer Hoffman y la alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, descubrieron una reproducción de las torres venecianas de la plaza de Espanya de Barcelona. Y prometen volver a ocupar Montjuïc en 2014. Barcelona será capital de la telefonía móvil hasta 2018 y por ello Hoffman recuerda que depende de Cataluña saber aprovechar las oportunidades de negocio que ofrece el salón para salir de la crisis.

Hoteles y restaurantes son otros de los grandes beneficiados de esta feria en una época que suele ser floja, muy floja. “En los últimos años se ha ido acentuando la mala ocupación en época de invierno. Si no fuera por el congreso sería una mala semana”, explicó ayer Manel Casals, director general del Gremio de Hoteles de Barcelona. Las reservas hechas por la organización alcanzan las 25.000 habitaciones, lo que comportará 100.000 pernoctaciones a un precio medio de 230 euros por noche, frente a los 80 o 85 euros que se pagarían si no se celebrara el salón.

Además de los primeros asistentes que ayer acudieron a recoger las acreditaciones, en Gran Via había mucha presencia policial. El congreso contará con 1.600 efectivos policiales, entre Mossos d’Esquadra y policías locales, y un millar de vigilantes de seguridad privada.

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Barcelona vivirá hasta el jueves completamente abocada al congreso. Los hoteles de la ciudad ya están a rebosar desde el pasado jueves. Empezaron a llenarse los de cinco de estrellas, y luego, en cascada el resto, hasta 30 kilómetros a la redonda de la capital catalana. Tal era la presión ayer por encontrar una habitación que en localidades del área metropolitana se llegaba a pedir 1.200 euros por una habitación en un hotel de dos estrellas. En general, todos los establecimientos han subido sus tarifas y estos días aplican las más elevadas, de media el triple de lo habitual.

Los hoteles de mayor categoría consiguen fidelizar a sus clientes de un año a otro, por lo que muchas habitaciones ya llevaban bloqueadas desde la pasada edición. Así como hay empresas que este año querían ocupar un pabellón entero, algunas corporaciones casi llenan hoteles ellas solas. Es el caso de Microsoft, que ha convertido el Juan Carlos I en su cuartel general. En otros hoteles, no hay un único cliente, pero el 90% de sus huéspedes estos días están en la ciudad para el MWC. Por ejemplo, el Mandarin y Le Méridien, copados por profesionales del sector que desde el jueves están acudiendo a reuniones de trabajo y visitando la ciudad.

El hotel de la cadena Starwood se ha adaptado estos días a la clientela, que procede sobre todo de Estados Unidos y Asia. Después de constatar otros años que sus huéspedes necesitan un momento de relax al llegar del recinto ferial, el establecimiento ha decidido ampliar dos horas el horario del spa, así como del restaurante, que está registrando una gran cantidad de reservas para las cenas.

Muchos profesionales del sector han aprovechado el fin de semana para visitar la ciudad y comprar, pero ayer seguían llegando participantes. Entre las más de 150 operaciones que estos días registrará el aeropuerto del Prat, ayer a las 12,10 un grupo de 517 pasajeros llegó en un vuelo de Emirates que congregó a decenas de curiosos alrededor del aeropuerto para contemplar el aterrizaje. Se trataba de un Airbus A380, el avión comercial más grande del mundo. La aeronave, procedente de Dubai, dispone de dos pisos y cuenta con suites privadas, un bar, duchas y zona de negocio para los pasajeros de primera clase.

Los hoteleros prevén que los visitantes, en especial los altos ejecutivos, abandonen la ciudad el próximo jueves. Apuran al máximo. Hasta entonces, la ciudad ofrece encuentros más distendidos, saraos y conciertos. Como previa, ayer los visitantes podían participar en una jornada de yoga en la Barceloneta, con clases para todo tipo de alumnos, desde los más inexpertos hasta los más avanzados en esta disciplina. También se organizaron rutas turísticas para descubrir la ciudad y un par de eventos para tejer contactos profesionales, uno en la antigua fábrica Damm de Barcelona y otro en el Macba.

El día fuerte es el martes, cuando se entregan los GSMA Global Mobile Awards, los Óscar del sector, que premian las mejores innovaciones de la industria. Pero ese día habrá actos en multitud de espacios: la cervecería Moritz, el Hotel W y en otros locales del Raval y el Born. Y así hasta el jueves. Aunque las fiestas que más prometen, claro está, son las privadas. Google, por ejemplo, trae a su evento a la banda británica Florence and the machine. O Sony ofrecerá el próximo martes una fiesta en el hotel Vela en la que el equipo de natación sincronizada realizará una coreografía. La competencia es fuerte: el mismísimo Barça-Madrid. Y para competir, a Sony no le ha quedado más remedio que instalar pantallas gigantes para que sus invitados puedan seguir el encuentro.

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