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La dimisión de un edil debilita al equipo de gobierno de Manuel Bustos

Ricard Estrada, regidor de Sostenibilidad, es uno de los cuatro ediles encausados El alcalde Manuel Bustos renuncia ahora a comparecer de nuevo ante el juez

El equipo de gobierno de Manuel Bustos en Sabadell empieza a resquebrajarse. Las revelaciones del caso Mercurio, una presunta trama de corrupción urbanística, tráfico de influencias y cobro de comisiones que salpica a empresarios y cargos del Ayuntamiento de Sabadell, han tenido un efecto devastador sobre la agrupación local de los socialistas, cada vez más sola y enfrentada a la dirección del partido y los grupos de la oposición, que amenazan con arrebatar la alcaldía al PSC.

Después de la dimisión de Bustos —anunciada hace cinco días y que se oficializará en un pleno este jueves—, el concejal de Sostenibilidad de Sabadell, Ricard Estrada, decidió presentar ayer la renuncia a su acta de regidor, ya que el cese como titular de esta área ya había sido anunciado por Bustos. Los socialistas sabadellenses habían cerrado filas en torno a los nueve cargos electos y eventuales imputados desde que el 27 de noviembre los Mossos d’Esquadra entraran al Ayuntamiento y se destapara la operación judicial.

Desde entonces, los partidos de la oposición locales, a pesar de sus diferencias ideológicas, hicieron piña para pedir la dimisión de todos los imputados y se muestran dispuestos a desposeer la alcaldía al PSC. Con esta amenaza, la dirección de los socialistas —que había defendido la inocencia de sus militantes sabadellenses, pero apostaban porque Bustos dejara temporalmente la vara de alcalde— acabó por dar la espalda al edil y forzó su retirada. Incluso le vetan presentarse para las próximas elecciones municipales, algo que la agrupación local parece no estar dispuesta a acatar.

Falto de alianzas, el PSC de Sabadell es un barco a la deriva que empieza a hacer aguas con el abandono del primero de sus tripulantes. Estrada, ingeniero técnico agrícola, figuraba en las listas socialistas como independiente y entró como concejal en el Ayuntamiento en 2007. Con un perfil más técnico que político, desde que estalló el caso, se mostraba superado por las circunstancias y hacía días que en la ciudad se auguraba su dimisión. La presión lo llevó a abandonar el último pleno a media sesión. “Con las circunstancias actuales, no puedo continuar el trabajo y el compromiso público y político que contraje”, admitió Estrada ayer en una carta pública.

El juez imputó a Ricard Estrada en el caso Mercurio por permitir presuntos vertidos irregulares de tierra en la masia de Can Xupa. El magistrado levantó ayer el secreto que pesaba sobre esta pieza y sobre la mayoría de las 31 que forman el caso. El secreto se mantiene en cinco piezas, entre ellas la principal (que hace referencia al pago de comisiones por parte de empresarios para conseguir adjudicaciones de obra pública), las relacionadas con la concesión de subvenciones públicas, la adjudicación del servicio de recogida de basuras y con la contratación irregular de personas en el consejo comarcal.

El juez también dio a conocer la renuncia de Bustos a volver a declarar, a pesar que el alcalde lo había anunciado insistentemente. Fuentes del Ayuntamiento justifican que el edil ya envió el viernes un escrito al magistrado.

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