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El Ayuntamiento de Elche desahucia a la FAMPA por su “sesgo ideológico”

Las madres y padres de alumnos consideran que se les castiga por “reivindicativos”

La alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso.
La alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso. JOAQUÍN DE HARO

El Ayuntamiento de Elche, gobernado por el PP con mayoría absoluta, continúa con su particular cruzada por borrar las huellas de la gestión socialistas tras tres décadas de gobierno. La alcaldesa, Mercedes Alonso, acaba de escribir otro capítulo en este sentido. Al poco de asumir el cargo quitó el nombre del jardín dedicado a Dolores Ibárruri, Pasionaria, sito en la avenida de la Libertad, para llamarle Jardín de la República Argentina. Pero no solo eso, sino que la avenida del Ferrocarril se pasó a llamar, Vicente Quiles, uno de los últimos alcaldes franquistas.

También le retiró el nombre de País Valencià a una avenida que ahora se denomina de la Comunidad Valencia. Luego vino el desencuentro con los herederos del poeta Miguel Hernández, cuyo legado estaba depositado en Elche desde los años ochenta, y el posterior destierro de todos estos documentos a Jaén.

En las últimas semanas el Gobierno local ha decidido desahuciar de los locales municipales a entidades o asociaciones que consideran díscolas. Primero fue la asociación musical L’Altet, que amparándose en un informe de ruina del inmueble, tuvo que dejar su sede. Y el caso más flagrante es el de la Federación Local de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) de Elche que ha recibido una orden del Ayuntamiento para que abandonen el próximo lunes la sede que han ocupado durante los últimos 11 años, gracias a la cesión municipal. La FAPA denuncia “la persecución” de la que el asociacionismo ilicitano está siendo objeto por parte del PP que no aguanta el carácter “reivindicativo” de este colectivo.

La presidenta de FAPA Elche, Carmen Quesada denuncia la falta de interés del Ayuntamiento, que apenas se ha reunido con ellos, y no les ha dado una explicación convincente. “No nos dan explicaciones, dicen que es por causa mayor”, se queja la presidenta que asegura el local estará vacío a partir de ahora, y ellos se trasladan a compartir sede con el grupo ecologista Margalló. “Se nos ha castigado por reivindicativos y por defensa de la escuela pública”, concluye la presidenta de la FAPA que todavía está esperando la subvención aprobada por el Ayuntamiento correspondiente al año 2010.

En el caso del desahucio de la FAPA de Elche, el Gobierno del PP ha admitido abiertamente cuáles eran sus intenciones y motivos. El concejal de Educación Daniel McEvoy critica el “sesgo ideológico” de la asociación. “El Ayuntamiento no tiene obligación de darles subvenciones”, asegura el concejal que recuerda que el último año de mandato socialista recibieron 50.000 euros que se gastaron para pagar teléfonos móviles y “coques con sardina, cervezas, megáfonos y pancartas”. El edil se pregunta: “¿Qué prefieren los padres calefacción y comedores en los colegios o que se subvencione a una asociación con un claro sesgo ideológico?”.

El portavoz de la ejecutiva del PSPV-PSOE de Elche, Joaquín Martínez, tilda de “injusto y arbitrario” este desalojo, y la de Compromís, Mireia Mollà, considera “patética” la actitud del Gobierno municipal que “defiende intereses partidistas y castiga por cuestiones ideológicas”. Hasta UPyD en Elche critica la medida y recuerda a la alcaldesa que “los gestores públicos deben separar sus actuaciones de las ideologías políticas”.

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