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Puig culpa a Piaggio del cierre y los despidos de la planta de Derbi

El consejero tacha de "intransigente" la actitud del grupo italiano al valorar los activos de la planta El fabricante ha presentado este viernes el expediente para despedir a 98 personas

Trabajadores de Derbi protestan en mayo de 2012.
Trabajadores de Derbi protestan en mayo de 2012.CARLES RIBAS

El consejero de Empresa y Ocupación de la Generalitat, Felip Puig, ha acusado a la multinacional Piaggio de ser "intransigente" y no permitir que otro grupo del sector del motor, Giba Holding, adquiriera la planta de Derbi en Martorelles (Barcelona). Esa negativa forzó ayer el anuncio de Piaggio, que esperaba que un inversor le comprara la planta después de que el verano pasado anunciara el abandono de su plan de futuro de la fábrica.

Puig ha criticado a Piaggio por no querer negociar el valor de sus activos e impedir que Giba Holding iniciara su nuevo proyecto en la planta de Derbi. "Lamentablemente tengo que decir que una cierta intransigencia de la multinacional Piaggio en el momento de valorar sus activos ha impedido que un grupo industrial se quedara con las instalaciones y mantuviera los puestos de empleo en Martorelles", ha expuesto el consejero, que ha confirmado de Giba Holding que se instalará finalmente en Santa Oliva (Tarragona).

Puig ha asegurado que han intentado que Piaggio cambiara de idea "hasta la extenuación", ya que el proyecto industrial de Giba Holding hubiera permitido la continuidad de los puestos de empleo en el mismo entorno.

La multinacional italiana Piaggio ha presentado este viernes el expediente de regulación de empleo (ERE) que supondrá el despido de 98 empleados y el cierre de la planta. La fábrica se ha quedado sin futuro después de que la suiza Giba Holding se desdijera y descartara quedarse las instalaciones para construir allí sus vehículos biplaza.

A partir de la presentación del ERE, la dirección y los sindicatos tienen 30 días de plazo para negociar las condiciones de los despidos. A finales de marzo, según los cálculos de los representantes de los trabajadores, se producirá el cierre definitivo de las instalaciones, que el año pasado celebraron sus 90 años de historia.

Con el ERE, Piaggio solo mantendrá en Barcelona una plantilla de unas 30 personas, las encargadas de recambios, expediciones y técnicos de diseño. Los sindicatos no albergan muchas esperanzas de que pueda aparecer un inversor que salve la planta, pese a que reclaman a la Generalitat que intensifique sus contactos para encontrar un candidato.

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Si no se logra ese objetivo, los afectados por la regulación de empleo tienen garantizada una indemnización de 45 días por año trabajado y un máximo de 42 mensualidades que pactaron con Piaggio el pasado mes de junio.

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